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Una recomendación en este sentido viene de José María Perceval [11], quien advierte que el tratamiento sobre un estudio de los moriscos debe ser cuidadoso, sobre todo ante las declaraciones delante de los tribunales de la Inquisición o las informaciones que pueden venirnos de las actas notariales:
En el caso de Ricote las caídas de los especialistas son más graves llegando a hablar de lo que Cervantes no ha dicho - pero pensaba - o separando, los escritos de Cervantes, entre lo verdaderamente sentido y lo que dijo por temor a la censura. No se puede aislar la convicción de la convención, pero los especialistas cervantinos lo han hecho repetidamente hasta conseguir el autor que deseaban.
El resultado es que Ricote es una unidad de la que cada autor escribe lo que desea. Ricote es un morisco falso y se le considera un representante genuino sobre el que pueden ejercer un estudio etnológico, Ricote es un monigote que expresa lo que Cervantes desea que diga y se le considera un testigo, como si Cervantes se hubiera colocado con la grabadora ante un morisco real ¿Que pretendía Cervantes al inventar un Ricote unido a una típica historia de cautivos ya repetida por él en diferentes versiones anteriormente? Sancho no se mete en honduras quijotescas al calificar a Ricote, pero este tampoco se define a sí mismo precisamente con bondad. Si Cervantes deseaba defender a los moriscos, no tenía necesidad de crear un relato ambiguo en donde se unen ciertas cuestiones que deben ser separadas:
Compadecerse de la expulsión de los moriscos no es negar la justicia de la expulsión sino un deber de buen cristiano ante el mal ajeno, incluso si este mal ha sido provocado por el mismo condenado (el morisco).
Aludir a la libertad de conciencia de Alemania no es un piropo precisamente sino todo lo contrario. El desenfreno es lo que está unido a la libertad de expresión.
Esto no quiere decir que neguemos a un cristiano la posibilidad de realizar un estudio sobre los moriscos, cayendo en la peligrosa pendiente de las declaraciones exclusivistas de Saïd [12] sobre este punto, ni tampoco quiere decir que no encontremos fuentes para estudiar a la comunidad morisca, aunque el tratamiento deba ser cuidadoso, sobre todo ante las declaraciones delante de los tribunales de la Inquisición o las informaciones que pueden venirnos de las actas notariales [13]. Pero hay una fuente que debe ser considerada absolutamente interna a la comunidad cristiana, la del monigote morisco que habla para condenarse. El morisco Ricote es el fiel heredero de los libros de polémica, donde se escuchan dos voces pero sólo un autor ha escrito el guión.
Por otro lado, también España tendrá un día que decidir si considera valioso su multiculturalismo creciente o si llevará a cabo un proceso de integración forzosa que podría tener efectos reales semejantes a los de la expulsión llevada a cabo en España a principios del siglo XVII. Un movimiento popular y político, por ejemplo, en un país tan progresista como Holanda, está perjudicando esa esperanza y señala una Europa que es cada vez menos tolerante con los inmigrantes, personas que igual como Ricote, quieren conservar su propia cultura con los mismos derechos en la sociedad en que viven. Finalmente, y como tercer punto en relación con el morisco “Ricote”, tenemos este año el Congreso del Valle de Ricote, precisamente en el pueblo de Ricote. Es por eso que creo que ha llegado el momento de poner al día mis anteriores investigaciones y publicar las mismas sobre nuestro famoso personaje, Ricote, cuyo nombre no puede faltar en este congreso, porque a través del Quijote de Cervantes nos proporciona la oportunidad de examinar el tema de la tolerancia multicultural en el tiempo de Cervantes. Se llamó, en el Valle de Ricote, mudéjares [14] y cristianos nuevos a los moros [15] convertidos en el año 1501, por oposición a los moriscos granadinos, dispersos en 1568 después de la rebelión de las Alpujarras. Tal como los descendientes de los mudéjares del Valle de Ricote realmente eran cristianos nuevos por haber sido bautizados antes del decreto de 1502, y que se consideraron incluso cristianos viejos, voy a referirme en este libro constantemente a ellos con el término desacertado de moriscos, para facilitar la lectura. Los que fueron bautizados después del decreto de 1502 y los de Granada en 1568 fueron llamados moriscos.
Don Quijote es un modelo de aspiración a un ideal ético de vida en el estilo de Juan de la Cruz [16] y Ramón Llull, que coincide con los ideales de erasmistas conocidos al principio del siglo XVI, por otros como los alumbrados. El caballero ideal es una creación del caballero medieval de Ramón Llull [17] o de Alonso de Cartagena y del caballero cristiano de Erasmo de Rótterdam. Y si pensamos en Alonso de Cartagena, podemos pensar en el humanista Juan Ramírez de Lucena [18], que escribió la “Vita Beata”. Incluso Américo Castro (1885-1972) se refiere a un místico. En este caso a un místico flamenco, Jan Ruysbroeck, cuyas ideas fueron traducidas en Fr. Juan de los Ángeles [19]:
No tanto debemos atender a lo que hacemos, cuanto a lo que de verdad somos; porque si fuésemos interiormente en lo íntimo de nuestras almas buenos, también nuestras obras serían buenas... Por muy santas que parezcan nuestras obras, sino en cuento nosotros somos santos, y ellas salen de interior o centro santo, tanto tienen de santidad y no más.
Don Quijote se acerca ya mucho al territorio del Valle de Ricote, puesto que Menéndez Pelayo ha advertido la deuda de Ramón Llull con el sufí Ibn Arabi [20] de Murcia. En sus días LLull no se avergonzaba de confesar los préstamos que toma de los sufíes para redactar sus obras místicas, el Libro del amigo y del amado, “Els cent noms de Deus [21]”. Este Raimundo Llull, no supo latín y pudo haber conocido a Ibn Hud [22] y al sufí Ibn Sab’in [23], ambos del Valle de Ricote. Como decía el filósofo norteamericano George Santayana, "quien no conoce la historia, está condenado a repetirla". Yo diría que quienes no logren entender los verdaderos motivos de la expulsión de los judíos en 1492 y de los moriscos en 1609, hechos de tanta trascendencia política y humana causando “pan para hoy y hambre para mañana”, están condenados a repetir el mismo error. Se nota con todo esto que “Ricote” es de actualidad. Sé que mis limitaciones con respecto a este tema son muchas, pero también estoy seguro que otros mejor preparados que yo, sabrán sacar provecho de mis estudios.
Antes de comenzar, quiero hacer hincapié sobre las investigaciones realizados por nuestros propios cronistas del Valle de Ricote. En este sentido debemos mucho a los dos cronistas de Abarán, José David Molina Templado [24] y José Simón Carrasco Molina, sin olvidar al catedrático Francisco Chacón [25]. El primero puso en marcha, hace muchos años ya, los estudios de la expulsión de los moriscos del Valle de Ricote, concretamente su pueblo Abarán; y el segundo autor escribió en 2004, para el Tercer Congreso Turístico Cultural Valle de Ricote [26], un amplio artículo sobre Cervantes y Ricote. El verdadero motor de la investigación, con revelaciones profundas sobre la expulsión de los moriscos del Valle de Ricote, fue Luís Lisón Hernández [27], en 1992, que hoy en día es, felizmente, Cronista Oficial de Ojos, cuyas investigaciones se publicaron con bastante demora. Sus investigaciones eran para el historiador Francisco Flores Arroyuelo [28] y el que subscribe un estímulo para seguir investigando. La obra de Flores Arroyuelo es un trabajo resumido sobre la expulsión de los moriscos del Valle de Ricote, mientras la obra mía trata exclusivamente sobre la expulsión y regreso de los moriscos blanqueños [29], con un prólogo escrito por el Prof. Francisco Márques Villanueva, de la Universidad de Harvard, en 2002.
Notas
[1] Me refiero a los años 1997 – 2002 cuando escribí: Blanca, “El Ricote de Don Quijote”. Expulsión y Regreso de los Moriscos del Último Enclave Islámico más grande de España. . (Años 1613-1654. 1003 páginas. (Prólogo del Prof. Francisco Márquez Villanueva).
[2] NEUSCHÄFER, Hans-Jörg (1998). "Un episodio intercalado: el morisco Ricote y su hija Ana Félix (Don Quijote II, 54)", in: Caroline Schmauser, Monika Walter (Hg.), ¿'¡Bon compaño, jura Di!'? El encuentro de moros, judíos y cristianos en la obra cervantina, Frankfurt/M. (Vervuert) 1998, Págs. 63-71
NEUSCHÄFER, Hans-Jörg (1999). La ética de “Quijote”. Función de las novelas intercaladas, Madrid, Gredos. Ricote en el libro comentado por: PASTENA, Enrico di (2002). Recensión. En: Rivista di Filologia e letterature espaniche, págs. 211-216
[3] FRIEDMAN, Edward H. (2005). Making amends: an approach to the structure of Don Quijote, part 2. En: Vanderbilt e-Journal of Luso-Hispanic Studies, Vol. 2. Págs. 1-24
[4] FERRACUTI, Gianni (2001). Don Chisciotte o il gran mondo del teatro. Prima edizione per Il Bolero di Ravel, aprile 2001.
[5] LÓPEZ FANEGO, Otilia (1983). Algo más sobre Sancho y Ricote. Anales Cervantinos, Tomo XXI, págs. 73-82. Cita en pág. 74
[6] Se conoce el término de “Mudéjar” desde el año 1462 en la Crónica del Condestable Lucas de Iranzo: «era de intención que se diesen al rey nuestro señor, e biviesen por mudéjares en aquella çibdad e su tierra». Cf. SIN AUTOR (1940). Hechos del condestable don Miguel Lucas de Iranzo (Crónica del siglo XV), edición y estudio de Juan de Mata Carriazo, Madrid. Pág. 57. Citado por GALMÉS DE FUENTES, Álvaro 1993). Los moriscos (desde su misma orilla)., Madrid. Pág. 14
[7] Dr. Johannes Lange escribio en 1526 en su diario: “Consideran también como algo vergonzoso que una muchacha tome siquiera un solo sorbo de vino. Por lo tanto, todas beben agua”.
[8] AZNAR CARDONA, Pedro (1612). Expulsión justificada de los moriscos españoles y suma de las excellencias de nuestro rey don Felipe el Católico Tercero deste nombre, Huesca. Págs. 32-33: “Comían cosas viles (que hasta en esto han padecido en esta vida por juizio del cielo) como son fresas de diversas harinas de legumbres, lentejas, panizo, habas, mijo, y pan de lo mismo. Con este pan los que podían, juntavan, pasas, higos, miel, arrope, leche y frutas a su tiempo,..... tras la qual bebian los ayres y no dexavan barda de huerto a vida: y como se mantenian todo el año de diversidad de frutas, verdes y secas, guardadas hasta casi podridas, y de pan y de agua sola, porque ni bebian vino ni compravan carne...”.
[9] Archivo General de Simancas (AGS), Expedientes de Hacienda, leg. 371; fol. 17; A.G.R.M., Rollo 17, docs. 14 al 29. Interesante es saber que en el siglo XVI ya se bebía vino en Blanca. Había ya una taberna para esto y el escribano Pedro Cachopo, morisco y gran amigo de los cristianos, que odiaba a los blanqueños, quería destruir este lugar y acusaba a los seis concejos (de las villas del valle de Ricote) de ser unos borrachicos.
[10] Sus seis pueblos en el siglo XVI eran: Abarán, Blanca, Ojós, Ricote, Ulea y Villanueva de Segura.
[11] PERCEVAL VERDE, José María (1993). Tesi doctoral: Todo son uno. Arquetips de la xenofòbia y el racisme. El cas dels moriscos espanyols. Director: Dr. Bernard Vincent. Tribunal: Dra. Lucette Valençi, Dr. Miquel Barceló, Dr. Jean Canavaggio i l'escriptor Juan Goytisolo. Assistents: Dr.Roger Chartier i Dr.Jean-Louis Flandrin.
[12] SAID, Edward (1980). L'Orientalisme. L'Orient créé par l'Occident . Paris: Seuil (préface T. Todorov). Este profesor de la Universidad de Colombia, Premio Príncipe de Asturias 2003, era Considerado como uno de los más intelectuales contemporáneos prominentes en el mundo, Said fue una de las voces más reconocidas sobre la causa palestina. Crítico literario de extraordinario valor y su obra Orientalismo se convirtió en el punto de referencia de todos los estudios tocante al mundo árabe en particular y al mundo islámico en general. Mostró con claridad que gran parte de éstos habían puesto sus conocimientos no al servicio de los pueblos cuya historia, cultura y costumbres analizaban, sino al servicio de los poderes imperiales de los países europeos, sobre todo de Francia e Inglaterra.
[13] CABRILLANA, Nicolás (1978). Documentos notariales referentes a los moriscos (1569-1571), Archivo Histórico Provincial de Almería, Universidad de Granada, Págs. 9-10
“...Los protocolos notariales son tan minuciosos, recogen actos y contratos tan variados, que el investigador curioso puede reconstruir aquellos hechos con gran cantidad de detalles; los escribanos ejercían normalmente la función que en nuestros días tienen encomendada los notarios, pero también actuaban con la equivalente a nuestros secretarios judiciales y a nuestros secretarios de ayuntamientos; algunos escribanos de Almería actuaron incluso como secretarios del Cabildo eclesiástico. Son, pues, fedatarios públicos de todo lo que ocurre en la localidad, en las más diversas instituciones y en los más variados aspectos; en sus registros quedó plasmada toda la vida de la época con todo su gran colorido, con todos sus grandes contrastes. De ahí que este tipo de documentos nos permita mejor que otros, descender a los más profundos niveles en el estudio de la realidad social."
[14] DOMINGUEZ ORTIZ, Antonio (1959). Felipe IV y los moriscos. En: Miscelanea de Estudios Árabes y Hebraicos, 1959-III. Págs. 55-65. Cita en pág. 57, diciendo: “Se llamó en Castilla mudéjares a los moriscos convertidos en 1501 habitantes del antiguo en el país.”
[15] RIOS MARTINEZ, ANGEL (2001). Blanca, una página de su historia: Época Mora. Ayuntamiento de Blanca.
[16] SÁNCHEZ, Alberto (1990). Posibles ecos de San Juan de la Cruz en el Quijote de 1605. En: Anales cervantinos, XXVIII, págs. 9-22
[17] BADIA, Lola y BONNER, Anthony (1992). Ramón Llull: Vida, pensamiento y obra literiaria. Quaderns Crema, S.A., Barcelona.
[18] VALLE DE RICOTE, Godofredo (2006). Biografía, estudio y documentos del antiguo autor de La Celestina, el ajedrecista Juan Ramírez de Lucena. Tomo I, Blanca.
[19] CASTRO, Américo (1957). Hacia Cervantes. Págs. 160-161
[20] LÓPEZ-BARALT, Luce (1990). San Juan de la Cruz y el Islam. Libros Hiperión, Madrid. Pág. 369
[21] ASÍN PALACIOS, Miguel (1931). El Islam cristianizado. Estudio del sufismo a través de las obras de Abenarabí de Murcia, Madrid: Plutarco. Pág. 11. Citado por LÓPEZ-BARALT, Luce (1990). San Juan de la Cruz y el Islam. Libros Hiperión, Madrid. Pág. 369
[22] Más sobre Ibn Hud en: ORTEGA, LÓPEZ Dimas (2003). El Valle de Ricote en el S. XIII: plenitud y cambio. En: II Congreso Turístico Cultural Valle de Ricote. Págs. 267-282
[23] GONZÁLEZ PALENCIA, Ángel (1928). Historia de la literatura arábigo-española. Pág. 294
[24] Este autor fue el primero en afirmar que muchos moriscos del Valle de Ricote volvieron después de la expulsión en 1613. Cfr. MOLINA TEMPLADO, José David (1984). 1613 Un año aciago en la historia de Abarán. Publicado en Abarán, Feria-Fiestas 1984. Imp. Gráficas Juliá, Cieza.
[25] CHACON JIMENEZ, Francisco (1982). El problema de la convivencia. Granadinos, mudéjares y cristianos-viejos en el Reino de Murcia. En: Melanges de la Casa de Velázquez. Publié avec le concours du C.N.R.S. Tome XVIII/1, págs. 103-133
[26] CARRASCO MOLINA, José S. (2005). El morisco Ricote y otras cuestiones en torno al Quijote. En: III Congreso Turístico Cultural Valle de Ricote, págs. 505-525
[27] Más sobre la expulsión en: LISÓN HERNÁNDEZ, Luis (1992). Mito y realidad en la expulsión de los mudéjares murcianos del valle de Ricote. En: Areas, vol. 14. Págs. 141-170.
[28] FLORES ARROYUELO, Francisco J. (1989). Los últimos Moriscos (Valle de Ricote, 1614). Academia Alfonso X el Sabio, Murcia. 201 páginas.
[29] Habitantes de Blanca. Cfr. WESTERVELD, Govert (2002). Blanca, “El Ricote de Don Quijote”. Expulsión y Regreso de los Moriscos del Último Enclave Islámico más grande de España. (Años 1613-1654. 1003 páginas. (Prólogo del Prof. Francisco Márquez Villanueva).