Este blog de Govert Westerveld, uno de los dos cronistas oficiales de la villa de Blanca (Murcia) describe la historia del Morisco Ricote, figura literaria del gran Miguel Cervantes de Saavedra. (blog for educational purposes).

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viernes, 15 de agosto de 2025

Miguel Cervantes de Saavedra y Ricote

Desde hace mucho tiempo [1] estaba convencido de que el gran escritor Miguel Cervantes de Saavedra tuvo mucho que ver con el Valle de Ricote, cuando aquel escribió su famoso pasaje sobre el personaje Ricote en la Segunda Parte del Quijote del año 1615, libro traducido en 80 idiomas y leído por millones de personas. Era como si Cervantes quisiera personalizar en él la tremenda tragedia colectiva de todo un pueblo. Mucho se ha escrito en las diversas universidades de Alemania [2], España, Eslovenia, Francia, Gran Bretaña [3], Holanda, Italia [4], Suecia y en U.S.A. sobre nuestro “Ricote”, cuya personalidad tan viva y tan real, según López Fanego [5], constituye una de las más altas cimas de las creaciones cervantinas, pero lógicamente estos profesores con inteligencias superiores a la nuestra, no pueden estar al corriente de toda la historia local. Prueba de esto es siempre el tema del vino, porque más de uno escribió que los mudéjares [6] del Valle de Ricote no bebieron vino  [7], porque así lo dice la literatura propagandística de aquella época  [8], pero aquí el conocimiento de la historia local ayuda a subsanar posibles incorrecciones, porque los mudéjares del Valle de Ricote sí bebían vino, ¡y demasiado  [9]!. Sólo unos pocos se han molestado en detectar superficialmente por qué Cervantes dio a una persona-personaje suyo, el nombre de todo un valle morisco y qué pasó realmente en él, obteniendo así solamente una información rudimentaria. La cuestión morisca - ya de por sí harto compleja en sus múltiples facetas humana, social, histórica, política e incluso literaria - requiere un estudio previo. Considero que cuando ellos dispongan de más investigación regional sobre estos años de la expulsión en el Valle de Ricote [10], sus aportaciones van a ser mucho más ricas e incluso más científicas. 

                                          Los dos cronistas de Blanca durante “VERANOS CULTURALES DE LA VILLA DE RICOTE 2013
                                       Esta imagen tiene copyright. Gentileza de: http://asociacionsanchodellamas.es/veranos-2013/

Una recomendación en este sentido viene de José María Perceval [11], quien advierte que el tratamiento sobre un estudio de los moriscos debe ser cuidadoso, sobre todo ante las declaraciones delante de los tribunales de la Inquisición o las informaciones que pueden venirnos de las actas notariales:

En el caso de Ricote las caídas de los especialistas son más graves llegando a hablar de lo que Cervantes no ha dicho - pero pensaba - o separando, los escritos de Cervantes, entre lo verdaderamente sentido y lo que dijo por temor a la censura. No se puede aislar la convicción de la convención, pero los especialistas cervantinos lo han hecho repetidamente hasta conseguir el autor que deseaban.
El resultado es que Ricote es una unidad de la que cada autor escribe lo que desea. Ricote es un morisco falso y se le considera un representante genuino sobre el que pueden ejercer un estudio etnológico, Ricote es un monigote que expresa lo que Cervantes desea que diga y se le considera un testigo, como si Cervantes se hubiera colocado con la grabadora ante un morisco real ¿Que pretendía Cervantes al inventar un Ricote unido a una típica historia de cautivos ya repetida por él en diferentes versiones anteriormente? Sancho no se mete en honduras quijotescas al calificar a Ricote, pero este tampoco se define a sí mismo precisamente con bondad. Si Cervantes deseaba defender a los moriscos, no tenía necesidad de crear un relato ambiguo en donde se unen ciertas cuestiones que deben ser separadas:

Compadecerse de la expulsión de los moriscos no es negar la justicia de la expulsión sino un deber de buen cristiano ante el mal ajeno, incluso si este mal ha sido provocado por el mismo condenado (el morisco).

Aludir a la libertad de conciencia de Alemania no es un piropo precisamente sino todo lo contrario. El desenfreno es lo que está unido a la libertad de expresión.

Esto no quiere decir que neguemos a un cristiano la posibilidad de realizar un estudio sobre los moriscos, cayendo en la peligrosa pendiente de las declaraciones exclusivistas de Saïd [12] sobre este punto, ni tampoco quiere decir que no encontremos fuentes para estudiar a la comunidad morisca, aunque el tratamiento deba ser cuidadoso, sobre todo ante las declaraciones delante de los tribunales de la Inquisición o las informaciones que pueden venirnos de las actas notariales [13]. Pero hay una fuente que debe ser considerada absolutamente interna a la comunidad cristiana, la del monigote morisco que habla para condenarse. El morisco Ricote es el fiel heredero de los libros de polémica, donde se escuchan dos voces pero sólo un autor ha escrito el guión.


Por otro lado, también España tendrá un día que decidir si considera valioso su multiculturalismo creciente o si llevará a cabo un proceso de integración forzosa que podría tener efectos reales semejantes a los de la expulsión llevada a cabo en España a principios del siglo XVII. Un movimiento popular y político, por ejemplo, en un país tan progresista como Holanda, está perjudicando esa esperanza y señala una Europa que es cada vez menos tolerante con los inmigrantes, personas que igual como Ricote, quieren conservar su propia cultura con los mismos derechos en la sociedad en que viven. Finalmente, y como tercer punto en relación con el morisco “Ricote”, tenemos este año el Congreso del Valle de Ricote, precisamente en el pueblo de Ricote. Es por eso que creo que ha llegado el momento de poner al día mis anteriores investigaciones y publicar las mismas sobre nuestro famoso personaje, Ricote, cuyo nombre no puede faltar en este congreso, porque a través del Quijote de Cervantes nos proporciona la oportunidad de examinar el tema de la tolerancia multicultural en el tiempo de Cervantes. Se llamó, en el Valle de Ricote, mudéjares  [14] y cristianos nuevos a los moros  [15] convertidos en el año 1501, por oposición a los moriscos granadinos, dispersos en 1568 después de la rebelión de las Alpujarras. Tal como los descendientes de los mudéjares del Valle de Ricote realmente eran cristianos nuevos por haber sido bautizados antes del decreto de 1502, y que se consideraron incluso cristianos viejos, voy a referirme en este libro constantemente a ellos con el término desacertado de moriscos, para facilitar la lectura. Los que fueron bautizados después del decreto de 1502 y los de Granada en 1568 fueron llamados moriscos.

Don Quijote es un modelo de aspiración a un ideal ético de vida en el estilo de Juan de la Cruz  [16] y Ramón Llull, que coincide con los ideales de erasmistas conocidos al principio del siglo XVI, por otros como los alumbrados. El caballero ideal es una creación del caballero medieval de Ramón Llull  [17] o de Alonso de Cartagena y del caballero cristiano de Erasmo de Rótterdam. Y si pensamos en Alonso de Cartagena, podemos pensar en el humanista Juan Ramírez de Lucena  [18], que escribió la “Vita Beata”. Incluso Américo Castro  (1885-1972) se refiere a un místico. En este caso a un místico flamenco,  Jan Ruysbroeck, cuyas ideas fueron traducidas en Fr. Juan de los Ángeles  [19]:

No tanto debemos atender a lo que hacemos, cuanto a lo que de verdad somos; porque si fuésemos interiormente en lo íntimo de nuestras almas buenos, también nuestras obras serían buenas... Por muy santas que parezcan nuestras obras, sino en cuento nosotros somos santos, y ellas salen de interior o centro santo, tanto tienen de santidad y no más.

Don Quijote se acerca ya mucho al territorio del Valle de Ricote, puesto que Menéndez Pelayo ha advertido la deuda de Ramón Llull con el sufí Ibn Arabi  [20] de Murcia.  En sus días LLull no se avergonzaba de confesar los préstamos que toma de los sufíes para redactar sus obras  místicas, el Libro del amigo y del amado, “Els cent noms de Deus  [21]”.  Este Raimundo Llull, no supo latín y pudo haber conocido a Ibn Hud  [22] y al sufí Ibn Sab’in  [23], ambos del Valle de Ricote. Como decía el filósofo norteamericano George Santayana, "quien no conoce la historia, está condenado a repetirla".  Yo diría que quienes no logren entender los verdaderos motivos de la expulsión de los judíos en 1492 y de los moriscos en 1609, hechos de tanta trascendencia política y humana causando “pan para hoy y hambre para mañana”, están condenados a repetir el mismo error. Se nota con todo esto que “Ricote” es de actualidad. Sé que mis limitaciones con respecto a este tema son muchas, pero también estoy seguro que otros mejor preparados que yo, sabrán sacar provecho de mis estudios.

Antes de comenzar, quiero hacer hincapié sobre las investigaciones realizados por nuestros propios cronistas del Valle de Ricote. En este sentido debemos mucho a los dos cronistas de Abarán, José David Molina Templado [24] y José Simón Carrasco Molina, sin olvidar al catedrático Francisco Chacón [25]. El primero puso en marcha, hace muchos años ya, los estudios de la expulsión de los moriscos del Valle de Ricote, concretamente su pueblo Abarán; y el segundo autor escribió en 2004, para el Tercer Congreso Turístico Cultural Valle de Ricote  [26], un amplio artículo sobre Cervantes y Ricote. El verdadero motor de la investigación, con revelaciones profundas sobre la expulsión de los moriscos del Valle de Ricote, fue Luís Lisón Hernández  [27], en 1992, que hoy en día es, felizmente, Cronista Oficial de Ojos, cuyas investigaciones se publicaron con bastante demora. Sus investigaciones eran para el historiador Francisco Flores Arroyuelo  [28] y el que subscribe un estímulo para seguir investigando. La obra de Flores Arroyuelo es un trabajo resumido sobre la expulsión de los moriscos  del Valle de Ricote, mientras la obra mía trata exclusivamente sobre la expulsión y regreso de los moriscos blanqueños  [29], con un prólogo escrito por el Prof. Francisco Márques Villanueva, de la Universidad de Harvard, en 2002.


Notas

[1]  Me refiero a los años 1997 – 2002 cuando escribí:   Blanca, “El Ricote de Don Quijote”. Expulsión  y Regreso de los Moriscos del Último Enclave Islámico más grande de España.  . (Años 1613-1654.  1003 páginas. (Prólogo del Prof. Francisco Márquez Villanueva).
[2] NEUSCHÄFER, Hans-Jörg (1998).  "Un episodio intercalado: el morisco Ricote y su hija Ana Félix (Don Quijote II, 54)", in: Caroline Schmauser, Monika Walter (Hg.), ¿'¡Bon compaño, jura Di!'? El encuentro de moros, judíos y cristianos en la obra cervantina, Frankfurt/M. (Vervuert) 1998, Págs.  63-71
NEUSCHÄFER, Hans-Jörg (1999).  La ética de “Quijote”. Función de las novelas intercaladas, Madrid, Gredos. Ricote en el libro comentado por:  PASTENA, Enrico di (2002). Recensión. En: Rivista di Filologia e letterature espaniche, págs. 211-216
[3] FRIEDMAN, Edward H. (2005). Making amends: an approach to the structure of Don Quijote, part 2. En: Vanderbilt e-Journal of Luso-Hispanic Studies, Vol. 2.  Págs. 1-24
[4] FERRACUTI, Gianni (2001). Don Chisciotte o il gran mondo del teatro. Prima edizione per Il Bolero di Ravel, aprile 2001.
[5] LÓPEZ FANEGO, Otilia (1983). Algo más sobre Sancho y Ricote. Anales Cervantinos, Tomo XXI, págs. 73-82. Cita en pág. 74
[6] Se conoce el término de “Mudéjar” desde el año 1462 en la Crónica del Condestable Lucas de Iranzo: «era de intención que se diesen al rey nuestro señor, e biviesen por mudéjares en aquella çibdad e su tierra». Cf.  SIN AUTOR (1940). Hechos del condestable don Miguel Lucas de Iranzo (Crónica del siglo XV), edición y estudio de Juan de Mata Carriazo, Madrid. Pág.  57. Citado por GALMÉS DE FUENTES, Álvaro 1993). Los moriscos (desde su misma orilla)., Madrid. Pág. 14
[7] Dr. Johannes Lange escribio en 1526 en su diario: “Consideran también como algo vergonzoso que una muchacha tome siquiera un solo sorbo de vino. Por lo tanto, todas beben agua”.
[8]  AZNAR CARDONA, Pedro (1612). Expulsión justificada de los moriscos españoles y suma de las excellencias de nuestro rey don Felipe el Católico Tercero deste nombre, Huesca. Págs. 32-33: “Comían cosas viles (que hasta en esto han padecido en esta vida por juizio del   cielo) como son fresas de diversas harinas de legumbres, lentejas, panizo,   habas, mijo, y pan de lo mismo. Con este pan los que podían, juntavan, pasas,   higos, miel, arrope, leche y frutas a su tiempo,..... tras la qual   bebian los ayres y no dexavan barda de huerto a vida: y como se mantenian   todo el año de diversidad de frutas, verdes y secas, guardadas hasta casi   podridas, y de pan y de agua sola, porque ni bebian vino ni compravan carne...”.
[9]  Archivo General de Simancas (AGS), Expedientes de Hacienda, leg. 371; fol. 17; A.G.R.M., Rollo 17, docs. 14 al 29.  Interesante es saber que en el siglo XVI ya se bebía vino en Blanca. Había ya una taberna para esto y el escribano Pedro Cachopo, morisco y gran amigo de los cristianos, que odiaba a los blanqueños, quería destruir este lugar y acusaba a los seis concejos (de las villas del valle de Ricote)  de ser unos borrachicos.
[10]  Sus seis pueblos en el siglo XVI eran: Abarán, Blanca, Ojós, Ricote, Ulea y Villanueva de Segura.
[11] PERCEVAL VERDE, José María (1993). Tesi doctoral:  Todo son uno. Arquetips de la xenofòbia y el racisme. El cas dels moriscos espanyols. Director: Dr. Bernard Vincent. Tribunal: Dra. Lucette Valençi, Dr. Miquel Barceló, Dr. Jean Canavaggio i l'escriptor Juan Goytisolo. Assistents: Dr.Roger Chartier i Dr.Jean-Louis Flandrin.
[12] SAID, Edward (1980). L'Orientalisme. L'Orient créé par l'Occident . Paris: Seuil (préface T. Todorov). Este profesor de la Universidad de Colombia, Premio Príncipe de Asturias 2003, era Considerado como uno de los más intelectuales contemporáneos  prominentes en el mundo, Said fue una de las voces más reconocidas sobre la causa palestina. Crítico literario de extraordinario valor y su obra Orientalismo se convirtió en el punto de referencia de todos los estudios tocante al mundo árabe en particular y al mundo islámico en general.  Mostró con claridad que gran parte de éstos habían puesto sus conocimientos no al servicio de los pueblos cuya historia, cultura y costumbres analizaban, sino al servicio de los poderes imperiales de los países europeos, sobre todo de Francia e Inglaterra.
[13] CABRILLANA, Nicolás (1978). Documentos notariales referentes a los moriscos (1569-1571), Archivo Histórico Provincial de Almería, Universidad de Granada, Págs. 9-10
“...Los protocolos notariales son tan minuciosos, recogen actos y contratos tan variados, que el investigador curioso puede reconstruir aquellos hechos con gran cantidad de detalles; los escribanos ejercían normalmente la función que en nuestros días tienen encomendada los notarios, pero también actuaban con la equivalente a nuestros secretarios judiciales y a nuestros secretarios de ayuntamientos; algunos escribanos de Almería actuaron incluso como secretarios del Cabildo eclesiástico. Son, pues, fedatarios públicos de todo lo que ocurre en la localidad, en las más diversas instituciones y en los más variados aspectos; en sus registros quedó plasmada toda la vida de la época con todo su gran colorido, con todos sus grandes contrastes. De ahí que este tipo de documentos nos permita mejor que otros, descender a los más profundos niveles en el estudio de la realidad social."
[14] DOMINGUEZ ORTIZ, Antonio (1959). Felipe IV y los moriscos. En: Miscelanea de Estudios Árabes y Hebraicos, 1959-III. Págs. 55-65. Cita en pág. 57, diciendo:  “Se llamó en Castilla mudéjares a los moriscos convertidos en 1501 habitantes del antiguo en el país.”
[15] RIOS MARTINEZ, ANGEL (2001). Blanca, una página de su historia: Época Mora. Ayuntamiento de Blanca.
[16] SÁNCHEZ, Alberto (1990). Posibles ecos de San Juan de la Cruz en el Quijote de 1605. En: Anales cervantinos, XXVIII, págs. 9-22
[17] BADIA, Lola y BONNER, Anthony (1992). Ramón Llull: Vida, pensamiento y obra literiaria. Quaderns Crema, S.A., Barcelona.
[18] VALLE DE RICOTE, Godofredo (2006).  Biografía, estudio y documentos del antiguo autor de La Celestina, el ajedrecista Juan Ramírez de Lucena. Tomo I, Blanca.
[19] CASTRO, Américo (1957).  Hacia Cervantes. Págs. 160-161
[20] LÓPEZ-BARALT, Luce (1990). San Juan de la Cruz y el Islam. Libros Hiperión, Madrid. Pág. 369
[21] ASÍN PALACIOS, Miguel (1931). El Islam cristianizado. Estudio del sufismo a través de las obras de Abenarabí de Murcia, Madrid: Plutarco. Pág. 11. Citado por  LÓPEZ-BARALT, Luce (1990). San Juan de la Cruz y el Islam. Libros Hiperión, Madrid. Pág. 369
[22] Más sobre Ibn Hud en: ORTEGA, LÓPEZ Dimas (2003). El Valle de Ricote en el S. XIII: plenitud y cambio. En: II Congreso Turístico Cultural Valle de Ricote. Págs. 267-282
[23] GONZÁLEZ PALENCIA, Ángel (1928). Historia de la literatura arábigo-española. Pág. 294
[24]  Este autor fue el primero en afirmar que muchos moriscos del Valle de Ricote volvieron después de la expulsión en 1613. Cfr. MOLINA TEMPLADO, José David (1984). 1613 Un año aciago en la historia de Abarán. Publicado en Abarán, Feria-Fiestas 1984. Imp. Gráficas Juliá, Cieza.
[25] CHACON JIMENEZ, Francisco (1982). El problema de la convivencia. Granadinos, mudéjares y cristianos-viejos en el Reino de Murcia. En: Melanges de la Casa de Velázquez. Publié avec le concours du C.N.R.S. Tome XVIII/1, págs. 103-133
[26]  CARRASCO MOLINA, José S. (2005). El morisco Ricote y otras cuestiones en torno al Quijote.  En: III Congreso Turístico Cultural Valle de Ricote, págs. 505-525
[27] Más sobre la expulsión en: LISÓN HERNÁNDEZ, Luis (1992). Mito y realidad en la expulsión de los mudéjares murcianos del valle de Ricote. En: Areas,  vol. 14.  Págs. 141-170.
[28] FLORES ARROYUELO, Francisco J. (1989). Los últimos Moriscos (Valle de Ricote, 1614). Academia Alfonso X el Sabio, Murcia.   201 páginas.
[29] Habitantes de Blanca. Cfr. WESTERVELD, Govert (2002). Blanca, “El Ricote de Don Quijote”. Expulsión y Regreso de los Moriscos del Último Enclave Islámico más grande de España. (Años 1613-1654.  1003 páginas. (Prólogo del Prof. Francisco Márquez Villanueva).
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jueves, 25 de agosto de 2016

La ropa

En los personajes más elevados socialmente el vestido declara sígnicamente su status, al tiempo que la pobreza puede revelar un origen humilde. ¿Pero qué clase de ropa llevaban los moriscos del Valle de Ricote? Era realmente ropa cristiana, que los moriscos del Valle llevaban o los cristianos solían andar con vestidos moros.
Los moros eran muy aficionados al juego de las cañas, algo que no quedó desadvertido por los cristianos. Esto nos confirma un italiano, Marino Sanuto, que era testigo de unos juegos de cañas [1] celebradas en honor de la princesa Margarita de Austria, cuando vino a España. Observa el italiano en su diario que el príncipe don Juan, el Rey Fernando el Católico y otros nobles de su escolta se presentaron todos ellos vestidos a la morisca en Burgos [2]. Había ya por tanto, una cierta tendencia de usar la ropa mora o morisca, y en su estudio Carmen Bernis nos da múltiples ejemplos.


                                                                                                                     Sancho y Ricote



El monje [3] cisterciense francés, Barthelemy Joly,  consejero y capelán del rey Enrique IV de Francia, que recorrió España por los años 1603 y 1604, comenta [4]:

Despues de la comida, el señor del Cister quiso que aquellas gentes viniesen a bailar a la morisca, al son de una gran guitarra como un laúd que uno de ellos tocaba sin distinción de sonidos; después aparecieron tres o cuatro bailarines moros y seis mujerers, más modestas que bellas, vestidas con trajes de tela trabajada de seda, con grandes y anchas mangas abiertas por los costados, de seda de color, un pequeño sombrero sobre la cabeza, zapatos rayados en los pies y (.....) tenían también sortijas de oro y plata, brazaletes y collares en los dedos y en los brazos, en el cuello, y en las orejas, pendientes monstruosamente grandes.

El cuento del cautivo [5], nos hace saber que el honor de Ana Félix fue amenazado por el rey algeriano, por lo cual era necesario cambiar la ropa masculina por la femenina.

Cervantes era hombre de teatro, igual que uno de sus antecesores, autor que admiro mucho, Juan del Encina. Por  tanto, no le cuesta a Cervantes cambiar de ropa a sus personajes. El uso repetido por parte de cervantes del disfraz era algo normal en el teatro de aquellos años y la forma de contar Cervantes las ocurrencias de Ana Félix con todos los detalles provoca en el lector una visualización excepcional de las escenas [6]. De este modo el exotismo del traje de Ana Félix escribe sobre su cuerpo una historia exótica y lejana [7].

Sin embargo, no se halla en novelas anteriores a Cervantes a hombres aseados, como moras, en Berbería [8]. Por tanto, el disfraz [9] de don Gaspar Gregorio es original.  Con sus personajes de doble sexo Cervantes se adelanta a su tiempo. Curioso es que estos supuestos andróginos en las novelas cervantinas, solamente los observamos tardíamente [10], es decir en La Segunda Parte del Quijote (1615) y en los Trabajos de Persiles y Sigismunda (1618).

No hay documento alguno que nos relate de forma fácil cómo los moriscos del valle iban vestidos, pero por lógica, se vistieron igual que los cristianos viejos. Aquí los testimonios de varios testigos, en Murcia, realizados en 1610 para que el Rey Felipe III fuese bien informado sobre los moriscos del Valle de Ricote [11], dicen sobre su vestido lo siguiente:

Testimonio del Doctor Francisco Pérez de Tudela, abogado y regidor,  sobre los moriscos de Abarán (Valle de Ricote) y su lengua:

y se precian de cristianos viejos y la lengua y traje que siempre han llevado y han hablado es de cristianos viejos y se precisan tanto de cristianos viejos que si alguno les acierta a llamar a alguno de ellos moro o morisco se ofenden en tanta manera que sobre ello han tenido grandes pesadumbres y pleitos contra los que así los han llamado

Testimonio del Fray Juan del Toro Gallego, Padre Maestro en Santa Teología (Fraile Carmelita) declaró sobre la lengua en Abarán:

..... y sus trajes y lengua es de cristianos viejos 



Notas

[1] CARRASCO URGOITÍ, María Soledad (1984). Reflejos de la vida de los moriscos en la novela picaresca.. En: En la España Medieval, Núm. 4, págs. 183-223. Cita en pág. 213
[2] BERNIS MADRAZO, Carmen (1956). Modas moriscas en la sociedad cristiana española del siglo XV y principios del XVI. En: Boletín de la Real Academia de la Historia, 144, págs. 199-228. Cita en pág. 201
[3] SALA GINER, Daniel (1999). Viajeros franceses por la Valencia del siglo XVII: Bartolomé Joly, Des Essarts, Cardenal de Retz, A. Jouvin. Valencia del siglo XVII, Valencia, Ayuntamiento de Valencia. Pág. 36
[4] JOLY, Barthelemy (1604). Voyage faict par M. Barthelemy Joly, conseiller et ausmonier du Roy, en Espagne, avec M. Boucherat, abbé et general de l’Ordre de Cisteaux. En: BARRAU DIHIGO, L. (1909).  Review Hispanique, vol. XX, núm 58 (junio 1909). Págs. 406 y ss.
[5] BYRNE CONAL,  K.B.  (1990). The captive’s   tale. En: Romanic Review, 1990-90. Págs. 115-132
[6] RUTA, María Caterina (2002). La escena del Quijote: Apuntes de un Lector-Espectador.   Actas del X Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas. Págs. 703-711. Cita en pág. 708
[7] MARTÍN MORÁN, José Manuel (1999). La reificación de la palabra en el Quijote. En:  Cervantes: Bulletin of the Cervantes Society of America, 19-2, págs. 24-36. Cita en pág. 30
[8] Solamente he visto “el Rey hacía de dama” en una escena. Cfr. ERASMO (1984). Elogio de la locura. Introducción y notas de Pedro Rodríguez Santidrián.  El libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Madrid. Pág. 65
[9] AQUIRRE DE CÁRCER, Luisa Fernanda (1998). Vestido y disfraz como recurso narrativo y argumental en el Quijote. La cuestión morisca. En:  Actas del tercer Congreso Internacional de la Asociación de Cervantistas. Cala Galdana, Menorca, 20-25 de octubre de 1997.  Palma de Mallorca, UIB. Págs. 363-374
[10] SIMÓ GOBERNA, María Lourdes (1997). Un hermosísimo rostro de doncella: supuestos andróginos en las novelas cervantinas. En: Criticón (Toulouse), 1997, 69, págs. 111-115. Cita en pág. 112
[11] AGS, Estado, legajo 227 - 1610, abril, 10. Murcia.  Citado por  MOLINA TEMPLADO, José David  (2001). 1613: Controversi e ineficacia de la expulsión mudéjar. En: IV Curso Abarán: acercamiento a una realidad. Del 4 al 12 de Mayo de 2000. Pág. 7-28.
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El dinero

René Quérillacq [1] dice que Ricote es culpable de prevaricación cuando intenta sobornar a Sancho de aceptar 200 escudos a cambio que le ayude a sacar su tesoro. El hecho de que los moriscos acumulaban el dinero aún hoy no está bien visto, al parecer, por unos investigadores que consideran esta actitud no  ajustada a la figura del buen morisco [2].

Pero si nos fijamos en el entorno textual del episodio, nos damos cuenta de que el onomástico induce más bien a otra lectura. En efecto, el sema rico y la palabra ricote, con el sufijo aumentativo, potencian antes que nada el semantismo de la riqueza, que es precisamente el que el texto amplifica y ejemplifica, a través de todo un juego de resonancias (limosna, tesoro enterrado, monedas en las esclavinas de los peregrinos). Lo que equivale a todas luces a poner en primer término –entendamos que no se le escaparía ni al lector más ingenuo- uno de los temas antimoriscos más remachados y popularizados: su afición al dinero y su propensión a acumular riquezas. En otras palabras, la mención de un tesoro enterrado y la alusión al dinero que sale a escondidas de España, cosido en los vestidos de los falsos peregrinos, no se aviene en absoluto con una lectura que vendría a privilegiar la figura del “buen morisco”, víctima inocente de una política injusta antes relega en segundo término el eventual valor “testimonial” del apellido (alusión al valle de Ricote) y desvirtúa su posible interpretación en un sentido favorable a los moriscos. Cuanto más que no deja de llamar la atención el contraste que forma Ricote, el morisco adinerado, con Sancho, el viejo cristiano honrado, pero tan pobre que apenas tiene mendrugo para compartir con los falsos peregrinos. Así que, al fin y al cabo, la figura de Ricote, por más que no resulte desprovista de rasgos positivos, viene a coincidir a pesar de todo con el estereotipo del morisco acumulador de riquezas que es precisamente el que denunciaban los apologistas en sus requisitorios.

 

 Ricote hablando con Sancho



Esta característica de los moriscos de acumular riquezas [3] se nota aún hoy en día en el Valle de Ricote. Durante años la gente vive pobremente y está ahorrando para comprar de repente unos grandes terrenos o casas. Pero me parece que este  rasgo de ellos se puede considerar como algo muy positivo. Si nos desplazamos al siglo XVI, vemos que los moriscos eran un grupo minoritario, explotado constantemente por sus señores y Órdenes Militares. En el caso del Valle de Ricote, los moriscos participaban constantemente en las distintas guerras contra los granadinos e incluso en las guerras civiles que había. Ellos fueron tratados por los cristianos, en más de una ocasión, casi como esclavos o seres inferiores. Por lo tanto siempre tenían un futuro incierto. Debido a esta falta de seguridad y las presiones fiscales más de un morisco salió del Valle para vivir en Granada o se escapaban hacia Murcia. Probablemente esta situación cambió algo en el tiempo de la reina Isabel la Católica, pero entonces ya se había formado en ellos el rasgo ahorrativo.  Primeramente los cristianos los explotan y cuando ellos se defienden por vivir miserablemente durante años para formar algo de riqueza, entonces vienen los apologistas criticando su forma de vivir. Vemos aquí la misma situación que pasó con la iglesia. Los obispos, durante años, no tomaron la molestía de visitar a sus pueblos –siempre se quedaron en sus obispados– enseñando la religión a los moriscos, y cuando venían exigían que los moriscos fuesen ya buenos cristianos. Y como no lo eran por culpa de aquellos obispos, entonces eran malos católicos.

¿Y como tenemos que interpretar los peregrinos extranjeros al lado de Ricote? Son los extranjeros que de forma camuflada y con tretas sustraen de España el dinero. Cervantes nos enseña, de forma disimulada, que por falta de libertad de conciencia, España pierde todo su dinero al Extranjero [4].


Notas

[1] QUÉRILLACQ, René (1992). Los moriscos de Cervantes. En: Anales Cervantinos, XXX, págs. 77-98. Cita en págs. 85-86
[2] MONER, Michel (1994).  El problema morisco en los textos cervantinos. En: Irene Andres-Suárez (coord.). Las dos grandes minorías étnico-religiosas en la literatura española del Siglo de Oro: los judeoconversos y los moriscos. Actas del “Grand Séminaire” de Neuchatel, Neuchatel, 26 a 27 de mayo de 1994. Pág. 94
[3] Esta característica también he observado en los judíos de Amsterdam. Me comentó un empresario de Amsterdam de una empresa judía donde trabajaba hace muchos años: “Señor, nosotros no queremos propiedades aquí, sino dinero. Si por cualquier circunstancia venga la guerra, cogeremos nuestro dinero y nos iremos”. Por lo tanto esta carácteristica de ahorrar es algo de un pueblo que no se siente seguro.
[4] JOHNSON, Carroll (2000). Cervantes and the Material World, Chicago. Pág. 62.









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miércoles, 24 de agosto de 2016

El vino

Según Nadeau [1] el hecho de que Ricote beba vino y coma jamón, sin vacilación o cualquier explicación, justifica que su conversión no era superficial sino confirmada culturalmente. Ricote bebe vino tal como era costumbre en el Valle de Ricote y Cervantes lo dice muy claro:

Pero lo que más campeó en el campo de aquel banquete fueron seis botas de vino, que cada uno sacó la suya de su alforja; hasta el buen Ricote, que se había transformado de morisco en alemán, o en tudesco, sacó la suya, que en  grandeza podía competir con las cinco. Comenzaron a comer con grandísimo gusto y muy despacio, saboreándose con cada bocado, que le tomaban con la punta del cuchillo, y muy poquito de cada cosa, y luego al punto todos a una levantaron los brazos y las botas en el  aire; puestas las bocas en su boca, clavados los ojos en el cielo, no parecía sino que ponían en él la puntería, y de esta manera meneando las cabezas a un lado y a otro, señales que acreditaban el gusto que recibían, se estuvieron  un buen espacio trasegando en sus estómagos las entrañas de las vasijas. (II, 54)
 
 
 
                                                                                                          Los efectos del vino
 
 
 
Para comenzar podemos confirmar que efectivamente en el Valle de Ricote se bebía vino. Esto, a pesar de que Damián Fonseca [2] decía que los moriscos no plantaban viñas para hacer vino "por que no lo bebían, ni en todos su lugares tenían algún lugar, sólo las cultivaban para comerse las uvas, y hacer de ellas pasas, y ésta era una de las mayores mercancías que hacían". El vino se vendía en Blanca en tabernas. En 1582 los moriscos Balboa y Bernal de Medina tuvieron una taberna [3]. Según el libro de Bautismo de Blanca, en 1604 se dedicaba Juan de Vega Vencerraje a la actividad de tabernero, a la vez que vendía vino a los blanqueños [4]. En un proceso contra el temible escribano morisco de Blanca, Pedro Cachopo, decía el testigo Francisco Salar de 49 años entre otras cosas lo que sigue [5]:

Repite lo del vino malo de Hellín con los taberneros. Le contó al testigo Bernal de Medina que cuando Cachopo "veló a una hija suya que casó con Luis Lozano, le envió un cuero de vino el dicho Pedro Cachopo al dicho Bernal de Medina, que era tabernero entonces en esta villa. Habiéndose acordado este testigo, dice que esto del vino fue cuando casó a su hijo Pedro Cachop o el mozo": mandó a Bernal le enviase un cuero de vino castellano a cambio del que le enviaba él de Hellín, el cual obedeció. Le contó que le había costado cada arroba 6 reales en el puerto "y por ser tan malo el vino que le enviaba Pedro Cachopo no lo quiso recibir y dijo: Antes lo quiero perder que recibir tan mala cosa. Y por esta causa le tomó un odio el dicho Pero Cachopo al dicho Bernal de Medina, que con denunciaciones dice que lo tiene destruido.

Sin embargo, si se piensa que los moriscos del Valle solamente comenzaron a beber vino cuando fueron bautizados en el año 1501, antes del decreto de 1502, se equivocan. Se equivocan, porque los moriscos del Valle de Ricote habían bebido vino siempre. Un ejemplo en este sentido es lo que apunta Torres Fontes. Durante las hostilidades en el reino de Murcia entre el príncipe Enrique –años más tarde el rey Enrique IV– y el Maestre de Santiago, el infante don Enríque (1400-1445) los moriscos del Valle de Ricote enviaron en octubre de 1444 vino al real del príncipe Enrique cuando éste y Juan Pacheco estaban asediando la villa de Lorca [6].

Levantaron el cerco de Murcia los del Infante, advertidos de la proximidad del Príncipe con un gran ejército, que aumentaba cada día, y se encaminaron a Lorca, donde los acogió Alonso Fajardo, haciendo entrega de las llaves de la fortaleza al Maestre. El día 20 de octubre el Príncipe y don Juan Pacheco inician el asedio de Lorca y piden al Concejo de Murcia el envío de vitualles para sus tropas; el día 22 se unen a los sitiadores gentes de armas de la última con el pendón de la ciudad; al real llegaba trigo, cebada y vino que remitían desde Murcia, Cieza y Ricote.

O sea, ya en el siglo XIV se bebía vino en el Valle de Ricote [7], a pesar de que abstenerse de vino era una regla imperativa por el Profeta Mahoma, tal como indica también Giovanni Ferracuti [8] y cree que es una pista falsa de Cervantes:

L'osso di prosciutto, ormai spolpato, e il vino sono un lasciapassare, o una falsa traccia: poiché agli islamici sono proibite le carni di maiale e l'alcol, bisogna metterli in evidenza, seminando indizi di cristianità.

Pedro de Valencia, nacido en Zafra el 17 de noviembre de 1555, hijo de Melchor de Valencia, natural de Córdoba y de Ana Vázquez de Segura de León [9] (Badajoz) era un gran humanista. Destacó por su gran preparación en teología y en humanidades clásicas y era gran amigo del Cardenal de Toledo, don Bernardo de Sandoval de Rojas. No era partidario de la expulsión y comentaba sobre el vino lo siguiente [10]:

Los moriscos pues por la mayor parte son cavadores, segadores, pastores, hortelanos, correos de a pie, recueros, herreros y de otros oficios de trabajo, y exercicio; están hechos a pasar con qualquiera, poca y mala comida, y gastar poco, y quando no fuese más de el no beber vino, es una grande ventaja, que nos tienen para la guerra, por que el de el vino es un mui grande gasto, y en faltándoles a los soldados, que lo usan beber, desmayan, y sienten más la falta de él, que la de la pólvora. Bien vio esto Mahoma, y como enderezaba su Ley toda a guerra mandó a sus Moros con pretexto de religión que no bebiesen vino, cosa que también les fue de provecho para que no plantasen viñas.....
El vino hace que “español” y tudesqui, tuto uno: bon compaño”, a lo que Sancho, responde, muy a la morisca, “¡bon compaño, jura Di!” El Di (Dio) de Sancho es característico de monoteístas radicales, como lo son musulmanes y judíos, a quienes la “s” final de la palabra “Dios” suena plural. Judíos y moriscos son siempre “reconocidos” en la literatura española medieval y renacentista por decir, precisamente, “Dio” o “Di” en lugar de “Dios” [11], según Julio Baena. Efectivamente la “s” final en el habla del Valle de Ricote no es tal “s”, sino más bien es un “s” de aspiración. 



Notas

[1] NADEAU, Carlolyne A.  (2006). Critique the elite in the Baratia and “Ricote” food episodes in Don Quijote II. En: Hispanofila, 2006-146. Págs. 59-75. Cita en pág. 69, diciendo:
“That religious travelers would take wine with their meal is to be expected but that Ricote also carries his own wineskin and partakes in the drink call attention to this renunication of Islam and conversion to Christianity. Drinking wine and consuming ham were expressly forbidden in Ice de Gebir’s Brevario sunni, the fifteenth-century aljamiado text that Muslims across Spain referred to and that transmitted Islamic culture to practicing Mulsims for generations. Here, in the section on “Principal Commandments and Prohibitions, ”Do not drink wine or any other intoxicating thing. Do not eat pork, nor any carrion flesh, nor blood, nor any suspect thing”. Even for those who had officially converted, changing centuries-old cultural traditions was a more difficult process. That Ricote drinks wine and eats ham without hesitation or further explanation shows that his conversion is not superficial but culturally confirmed. “
[2] FONSECA, Damian de  (1612). Justa expulsión de los moriscos de España. Roma. Pág. 130
[3] Archivo General de Simancas, Expedientes de Hacienda, legajo 371, fol. 17; En Archivo General de la Región de Murcia, Rollo 13, documentos 14 al 29. Proceso de Pedro Cachopo. (1583).
[4]  Archivo Provincial de Murcia, Legajo 9354, folio 24 (año 1605).
[5] Archivo General de Simancas, Expedientes de Hacienda, legajo 371. En Archivo General de la Región de Murcia, Rollo 13, documentos 14 al 29. Proceso de Pedro Cachopo.
[6] TORRES FONTES, Juan (2001). Fajardo el Bravo. Real Academia Alfonso X el Sabio. Pág. 42
[7]  El vino de la villa Ricote siempre ha sido famoso.
[8] FERRACUTI, Gianni (2005). Don Chisciotte e l’islam. Vetriolo, Scienze e Tecniche dell'Interculturalità, Università di Trieste. Pág. 126
[9] Manuscrito 5781, folios 135-136, de la Biblioteca Nacional de Madrid
[10]  VALENCIA, Pedro de (1997). Tratado acerca de los moriscos de España: (manuscrito del siglo XVII) / Pedro de Valencia; estudio preliminar de Joaquín Gil Sanjuán.  Pág. 87
[11]  BAENA, Julio  (2002). Discordancias cervantinas. Newark, Delaware: Juan de la Cuesta. Pág. 36.



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El jamón


Ricote vivía en una época en la cual se tenía que comer forzosamente el tocino, puesto que el no comerlo delataba inmediatamente, a los cristianos viejos, otra casta que pudiera ser un morisco o hebreo. El Santo Oficio no dormía nunca y con una simple denuncia por los vecinos los moriscos o hebreos lo pasaban entonces francamente mal. De ahí que Ricote comiese siempre jamón y tocino del cerdo. Además en el Valle de Ricote se procuraba criar cerdos. Podría ser que más de un morisco, originario de otros lugares, una vez comprada la carne la tiraba a los perros, porque algunos de ellos procedían de Valencia y Granada.  Sin embargo, la gran mayoría estaba acostumbrada a comer carne de cerdo y beber vino como los cristianos viejos.

Cervantes con su libro nos da incluso una lección de como comer sanamente [1], algo que más de uno está olvidando en estos días:

Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. (II, 63)

Seguramente conocía Cervantes la obra de Lobera de Ávila [2] que dice que en las cenas se come menos que en la comida:

Las cenas han de ser livianas más que las comidas.

Ricote entró en España acompañado de unos alemanes vestidos de peregrinos y según Percas de Ponseti, el hecho de actuar como ellos le confiere cierto aire falso [3]. Sancho, una vez que deja de ser gobernador, se topa con estos peregrinos de camino a Santiago de Compostela. Uno de ellos le revela que es Ricote, el mercader moro que vivía en el pueblo de Sancho Panza [4]. A Ricote, “que se había transformado de morisco en alemán o en tudesco” le pregunta Sancho “Dime: ¿quién te ha hecho franchote? [5]”

 –¿Cómo, y es posible, Sancho Panza hermano, que no conoces a tu vecino Ricote el morisco, tendero de tu lugar?  Entonces Sancho le miró con más atención y comenzó a rafigurarle, y , finalmente, le vino a conocer de todo punto, y, sin apearse del jumento, le echó los brazos al cuello, y le dijo:
–¿Quién diablos te había de conocer, Ricote, en ese traje de moharracho que traes? Dime: ¿quién te ha hecho franchote, y cómo tienes atrevimiento de volver a España, donde si te cogen y conocen tendrás harta mala ventura? (II, 54)

Sabiendo ahora las costumbres ya en el Valle de Ricote en el año 1612, no nos puede parecer extraño que la figura del morisco Ricote coma a gusto los huesos mondos de jamón y que beba en abundancia el buen vino, tal como dice Cervantes:

Tendiéronse en el suelo, y, haciendo manteles de las hierbas, pusieron sobre ellas pan, sal, cuchillos, nueces, rajas de queso, huesos mondos de jamón, que si no se dejaban mascar,  no defendían el ser chupados. Pusieron asimismo un manjar negro que dicen que se llama caviar, y es hecho de huevos de pescados, gran despertador de la colambre. No faltaron aceitunas, aunque secas y sin adobo  alguno, pero sabrosas y entretenidas. (II, 54) 

                                                                
                                                                                                                         Comiendo jamón


El salvoconducto [6] más eficaz para un extranjero transitando por la España de los cristianos viejos y nuevos era comer un trozo de jamón o tocino. El tocino y jamón ya no es una comida asquerosa, sino un escudo maravilloso para demostrar así su condición no morisca o hebrea [7].

Esta tocinafobia la expresa de forma burlesca Francisco Delicado [8] en su obra La Lozana [9] Andaluza, Venecia 1528. Era una forma de detectar inmediatamente si la persona era cristiano o practicaba otra religión. En este caso, Rampín, el criado de la Lozana, es la víctima.


Mamotreto XXXIV

MOZOS.-  Señora, venga, que él de casa es.
Ven acá, come. Pues que viniste tarde, milagro fue quedar este bocado del jamón. Corta y come, y beberás.
RAMPÍN.-   Ya he comido. No quiero sino beber.
FALILLO.-  ¡Pues, cuerpo de tal contigo! ¿En ayunas quieres beber, como bestia?
Señora Lozana; mandadle que coma, que ha vergüenza.
LOZANA.-  Come presto un bocado y despacha el cuerpo de la salud.
FALILLO.-  ¿Qué esperas? ¡Come, pese a tal con quien te parió! ¿Piensas que te tenemos de rogar? Ves ahí vino en esa taza de plata. ¡Paso, paso! ¿Qué diablos has? ¡Oh, pese a tal contigo! ¿Y las tripas echas? ¡Sal allá, que no es triaca! ¡Ve de aquí, oh, cuerpo de Dios, con quien te bautizó, que no te ahogó por grande que fueras! ¿Y no te podías apartar?
¡Sino manteles y platos y tazas, todo lo allenó este vuestro criado, cara de repelón trasnochado!
LOZANA.-  ¿Qué es esto de que reviesa? ¿Algo vio sucio? Que él tiene el estómago liviano.
FALILLO.-  ¿Qué es eso que echa? ¿Son lombrices?
MOZOS.-  Ahora, mi padre, son los bofes en sentir el tocino.
LOZANA.-  Denle unas pasas para que se le quite el hipar, no se ahogue.
MOZOS.-  ¡Guay de él si comiera más! Dios quiso que no fue sino un bocado.
OROPESA.-  No será nada.
LOZANA.-  Señora, no querría que le quebrase en ciciones, porque su padre las tuvo siete años, de una vez que lo gustó.
FALILLO.-  ¡Amarga de ti, Guadalajara! Señora Lozana, no es nada, no es nada, que lleva la cresta hinchada.
LOZANA.-  Hijo mío, ¿tocino comes? ¡Guay de mi casa, no te me ahogues!
FALILLO.-  ¡Quemado sea el venerable tocino!


Ricote no cesa desde el jamón -simbolismo tan bien estudiado por A. Castro [10]. De esta forma Ricote delata sus costumbres cristianas, tal como observa Fajardo [11]. Es francamente interesante observar que no todo el mundo come igual. En este sentido Nadeau [12] nos explica que la consumición de ciertos alimentos manifiesta también una cierta clase social. El libro de guisado [13] se escribió para que los jóvenes aprendieran a ser virtuosos y dice en la introducción: “Como sea muy necesaria a los mozos de cierta edad aprender el camio de las virtudes... convienen que sepan los hijosdalgos para ser más valerosos y saber cómo han de tratar a cualquier estado y condición de gentes”.

Decía en 1612 el Fray Juan del Toro Gallego [14], padre maestro en Santa Teología, clérigo de la orden de Nuestra señora del Carmen de Murcia, en defensa de la permanencia de los moriscos del Valle de Ricote:  “….  y que crían sus marranchones [cerdos] y comen tocino y beben vino”.

Por lo tanto, también en el tema de jamón los apologistas se equivocaron, porque en el Valle de Ricote se comían jamón y tocino. Y seguramente había muchos pueblos moriscos más donde se practicaba esta costumbre.



Notas

[1] En el siglo XVI hubo varios tratados sobre la importancia de la alimentación y la salud espiritual:
LAREDO, Fray Bernardino de (1522). Metaphora medicinae, Sevilla.
LAREDO, Fray Bernardino de (1527). Modus faciendi cum ordine medicandi, Sevilla.
FLORES, Fernán (1541). Regimiento de sanidad de todas las cosas que comen y beuen con muchos consejos de Miguel de Savonarola, Sevilla.
LOBERA DE ÁVILA, Luis (1542). Vergel de Sanidad: que por otro nobre se llamaua Banquete de caualleros y orden de biuir, ansi en tiempo de sanidad como de enfermeded....,Alcalá de Henares.
AVIÑON, Juan de (1545). Seuillana medicina: que trata del modo co seruatiuo y curatiyo de los q abita en la muy insigne ciudad de Seuilla...., Sevilla.
JIMENO, Pedro (1549). Dialogus de re medica compendiaria ratione,...Valentiae.
NUÑÉZ DE ORIA, Francisco (1569). Aviso de sanidad: que trata de todos los generos de alimentos y del regimiento de la sanidad...., Madrid.
MERCADO, Pedro de (1574). Dialogos de philosophia natural y moral, compuestos por el doctor Pedro de Mercado, medico y philosopho..., Granada.
ENRÍQUEZ, Jorge Enrique (1594).  De regimine cibi atque potus, et de cœterum rerum naturalium usu nova enarratio. Autore Henrico Georgio Anriquez, Lusitano Guardiensi, Olim Salamanticæ publico Philosopho. Cum privilegio. Salamanticæ, Excudebat Michael Serranus de Vargas, Salamanca.
GRANADO, Diego (1599). Libro del arte de cocina, reedición en 1971, Madrid.
MARTÍNEZ MONTIÑO, Francisco (1611). El arte de la cocina, pastelería, bizcochería y conservería, Madrid.
[2] LOBERA DE ÁVILA, Luis (1530). Banquette de nobles caballeros, compuesto por Luis Lobera de Avila; prólogo de Juan de Oriol y de La Madrid. Reimpresión en 1952.
[3] PERCAS DE PONSETI, Helena (1975). Cervantes y su concepto del arte. Estudio crítico de algunos aspectos y episódios  del  “Quijote”.  Editorial Gredos, Madrid.  Tomo I. Pág. 265
[4] Más sobre esta figura y Lázaro de Tormes en: MÁRQUEZ VILLANUEVA, Francisco (1958). Sobre la génesis literaria de Sancho Panza. En: Anales cervantinos, 12, págs. 123–155.
MÁRQUEZ VILLANUEVA, Francisco (1973).  Fuentes literarias cervantinas.  Editorial Gredos, S.A., Madrid.  Pág. 27
[5] Franchote en este caso puede significar cristiano nuevo. Cfr.  JOLY, Monique (1973). Afición de los extranjeros al vino y al jamón: nota sobre el sentido de una sintesis cervantina. En: Nueva Revista de Filología Hispánica, tomo XXII, págs. 321-328. Cita en pág. 323
[6] También leemos como fenomenal sarcasmo el gesto del morisco Ricote, entrado en España con un triple salvoconducto: una bota de vino de tamaño descomunal, unos huesos mondos de jamón y unos ditirambos sobrecargados para el rey Felipe III, que expulsó a los moriscos en 1609. Cf. GONZÁLEZ LANDA, María del Carmen y TEJERO ROBLEDO, Eduardo (2005). La aventura de los molinos de viento: Innovación técnica. Recomposición textual. Valores en educación. En: Dedáctica (Lengua y Literatura). Vol. 17, págs. 147-175. Cita en pág. 165
[7]  CASTRO, Américo (1974). Cervantes y los casticismos españoles. Págs. 25-34
[8] DELICADO, Francisco (1528). La Lozana andaluza, Venecia.
[9] Semejanzas entre La Lozana Andaluza y El Quijote en: MALDONADO DE QUEVARA, Francisco (1972). La Lozana andaluza y el Quijote. En:  Anales cervantinos, XI, págs. 3-16.
[10] CASTRO, Américo (1957). Hacia Cervantes, Taurus. Madrid. 
[11] FAJARDO, Salvador J. (2001). Narrative and Agency:  The Ricote Episode (Don Quijote II). En:  Bulletin of Hispanic Studies, 78 - 3, págs. 311-322. Cita en pág. 319
[12] NADEAU, Carlolyne A.  (2006). Critique the elite in the Baratia and “Ricote” food episodes in Don Quijote II. En: Hispanofila, 2006-146. Págs. 59-75.
[13] NOLA, Ruperto (1529). Libro de guisados, manjares y potajes, intitulado libro de cocina.
[14] Archivo General de Simancas (AGS), Estado, legajo 227 - 1610, abril, 10. Murcia. Cfr. MOLINA TEMPLADO, José David  (2001). 1613: Controversi e ineficacia de la expulsión mudéjar. En: IV Curso Abarán: acercamiento a una realidad. Del 4 al 12 de Mayo de 2000. Pág. 7-28. Cita en pág. 14.
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viernes, 14 de agosto de 2015

Las acusaciones falsas de los fanáticos religiosos y la situación real en el Valle de Ricote


El Padre Pedro Aznar Cardona [1] escribió un libro titulado Expulsión justificada de los moriscos españoles, publicado en Huesca en 1612. Un libro así era una joya para los inquisidores, pero veremos a continuación que en este texto hay muchas exageraciones y maldades, si comparamos los textos con la vida real en el Valle de Ricote. Entre otras cosas decía este autor:

.... eran una gente vilissima, descuiydada, enemiga de las letras y ciencias ilustres... y por consiguiente agena a todo trato urbano, cortés y político. Criavan sus hijos cerriles como bestias, sin ensenaza racional y doctrina de salud, excepto la forcosa...
....Eran brutos en sus comidas, comiendo siempre en tierra (como quienes eran) sin mesa, sin otro aparejo que oliesse a personas, durmiendo de la misma manera, en el suelo, en transpontines, almadravas que ellos dezian, en los escaños de sus cozinas, o aposentillos cerca de ellas, para estar mas promptos a sus torpezas, y a levantar a cahorar y refocilarse todas las oras que se despertavan. Comían cosas viles... como son fresas de diversas harinas de legumbres, lentejas, panizo, habas, mijo, y pan de lo mismo. Con este pan los que podian, juntavan, pasas, higos, miel, arrope, leche y frutas a su tiempo... por esso gastavan poco, assi en el comer como en el vestir, aunque tenian harto que pagar, de tributos a los Señores.
....Eran muy amigos de burlerías, cuentos, berlandinas y sobre todo amicissimos (y assi tenian comunmente gaytas, so¬najas, adufes) de baylas, danças, solazes, cantarzillos, alvadas, passeos de huertas y de fuentes, y de todos los entretenimientos bestiales en que con descompuesto bullicio y gritería, suelen yr los moros villanos vozinglando por las calles. Vanagloriavanse de baylones, jugadores de pelota y de la estornija, tiradores de bola y del canto, y corredores de toros, y de otros hechos semejantes de gañanes. Eran dados a officios de poco trabajo, texedores, sastres sogueros, esparteñeros, olleros, çapateros, albeytares, colchoneros, hortelanos, recueros, y revendedores de azeyte, pescado, miel, pasas, açucar, lienços, huevos, gallinas, çapatillos y cosas de lana para los niños; y al fin tenian oil dos que pedían asistencia en casa y davan lugar para yr discurriendo por los lugares y registrando cuanto passava de paz y de guerra, por lo qual se estavan ordinariamente ociosos, vagabundos, echados al sol el invierno con su botija al lado, y en sus porches el verano... pero pocos y bien pocos delios tenian oficios que tratasen en metal, o en yerro, o en piedras ni maderos, excepto que tenian algunos herradores procurados para su común, por el grande amor que tenian a sus respectados machos, y por huyr de tener contratación con los Christianos, por el odio que nos tenian. En el menester de las armas, eran visoñisimos, parte porque avia años que les estavan vedadas el poco uso inhabilita... parte porque eran cobardes y affeminados, como lo pedía el flaco empleo de su vida y el affeminado modo de criar-se, y como dizen de los malos que siempre andan agavillados temblando de temor sin fundamento... Assi estos pusilánimes nunca andavan solos por los caminos ni por los términos de sus propios lugares, sino a camaradas. Sus altercaciones aunque fuessen de cosa momentánea, las ventilavan siempre a gritos a vozes desmesuradas... Eran entregadísimos sobremanera al vicio de la carne... De aquí nacieron muchos males y perseve rancias largas de pecados en cristianos viejos, y muchos dolores de cabeça y pesadumbres para sus mugeres, por ver sus maridos o hermanos, o deudos ciegamente amigados con moriscas desalmadas que lo tenían por lícito...
....Casaban sus hijos de muy tierna edad, pareciéndoles que era sobrado tener la hembra onze años y el varón doze, para casarse. Entre ellos no se fatigaban mucho de la dote, porque comunmente (excepto los ricos) con una cama de ropa, y diez libras de dinero se tenían por muy contentos y próspetos. Su intento era crecer y multiplicarse en número como las malas hierbas, y verdaderamente, que se avían dado tan buena mano en España que ya no cabían en sus barrios ni lugares, antes ocupavan lo restante y lo contaminavan todo...
....Y multiplicávanse por extremo, porque ninguno dexava de contraher matrimonio, y porque ninguno seguía el estado annexo a esterilidad de generación carnal, poniéndose frayle, ni clérigo, ni monja, ni avía continente alguno entre ellos hombre ni muger... Todos se casavan, pobres y ricos, sanos y coxos... Y lo peor era que algunos christianos viejos... se casavan con moriscas, y maculavan lo poco limpio de su linaje...”.


 
 Sánchez hablando con su vecino Ricote


No cabe duda de que con clérigos como Bleda y Pedro Aznar Cardona, los moriscos no fueron precisamente bien defendidos. Se nota, y esto es muy extraño en estos defensores de la iglesia, que deberían predicar “Dios es amor”, un gran odio hacia los moriscos. Entonces si contamos solamente con informes de estos teólogos, sin haber oído informes de la otra parte, tales informes nunca pueden ser neutrales y deben estar llenos de errores. Además el pueblo no odiaba tanto a los moriscos. El decreto fue obra de unos pocos y nunca contó con las simpatías del Papa Pablo V y el apoyo del resto de la población. Peor aún, el pueblo estaba a favor de la permanencia de los moriscos y en el día de su destierro los cristianos se unen en el dolor con los desgraciados moriscos, según nos hace saber Pedro de Valencia [2].

Volviendo a la consideración de la Justicia, como se puede justificar con Dios, ni con los hombres, ni qué corazón cristiano había de haber que sufriese ver en los campos y en las playas, una tan grande muchedumbre de hombres y mugeres bauptizados y que diesen vozes a Dios y al mundo, que eran cristianos, y lo querían ser, y les quitaban sus hijos, y haciendas por avaricia y por odio, sin oírlos, ni estar con ellos a juicio, y los enviaban a que se tornasen moros. Que esto hacía el maior Rey de le Mundo, el únicamente Católico, y verdaderamente cristiano, sin por avaricia, a lo menos por cobardía, de miedo de hombres rendidos y desarmados, y sus basallos, que los tenía en medio de su Reyno en sus manos, y a su voluntad.

Eran las máximas autoridades de la iglesia y política que estaban calentando el ambiente. Ya sabemos que los gobernantes, antes de la guerra, suelen enseñar a la población a odiar a otra nación o régimen político, y que las ovejas ciegamente aceptan todo lo que dice el lobo, pero no hay que caer en la trampa. Ellos solamente quieren el poder y las pobres ovejas pagan siempre el plato roto.  Algo así pasó también en el siglo XVI. Nunca fueron llamados moriscos los vecinos del Valle de Ricote, pero a causa de la máquina propagandística del duque de Lerma, poco a poco se supo envenenar a la población murciana, de tal forma que los mismos murcianos, antes muy fieles al Valle de Ricote, poco a poco comenzaron a hablar de los moriscos del Valle de Ricote. No solamente esto, incluso años después de la expulsión, hasta los mismos habitantes del Valle de Ricote, de origen musulmán, convertidos en fieles ovejas, hablaban de sus antepasados, los moriscos. Era el lenguaje del vencedor, un lenguaje siempre muy peligroso e injusto. Un ejemplo en este sentido tenemos en María Cachopo, viuda de Martín de Molina. Era una mujer inteligente y viendo el problema de la expulsión se casó en 1611 con Pedro Vera, de Madrid, hombre influyente y años más tarde encargado por el Rey de las propiedades de los moriscos expelidos de Blanca. Dos años antes se había casado su hija, María de Molina Cachopo, con el escribano de Murcia, Juan Tomás Cordiola, el cual sería asesinado [3] por los blanqueños en 1617. Así se introdujo el término “morisco” en Blanca y en el Valle de Ricote y se consiguió hablar de moriscos expulsados como algo muy funesto.

Sabemos que Fray Diego de Mardones encargó al abogado y humanista Pedro de Valencia (1555-1620), vecino de Zafra, un informe sobre la cuestión morisca, cuyo manuscrito se ha publicado hace unos años [4] y que debe haber sido escrito antes del año 1606, puesto que el escrito de Valencia, de casi 160 folios, va precedido de una carta al confesor del Rey Felipe III, Diego de Mardones, fechada el 25 de enero de 1606, enviándosele. En este se trata sobre la mayor fecundidad de los moriscos en comparación con los cristianos viejos. Entre muchos consejos, Valencia sugiere rechazar todo tipo de fuerza en el trato con los moriscos, pero obligarles enseñar la doctrina católica de forma amable y no expulsarles [5]:

Conviene que, esparcidos, se trate con amor y caridad, que vean ellos que les queremos bien, para que se fién de nosotros; los que fuesen naciendo de matrimonios de cristianos y moriscos, no sean tratados ni tenidos por moriscos; que a los unos ni a los otros no los afrontemos ni despreciemos. Así procurarán mezclarse con cristianos viejos, y lo alcanzarán y preciarán de cristianos y de honrados. [....] Sean compelidos con penas a dejar de usar las ceremonias, trajes y costumbres de moros, con tal que esta compulsión haya de ser mansa, no rigorosa, pero ordinaria y sin intermisión, no hecha por el Tribunal de el Santo oficio de la Inquisición, porque con el proceder tan exacto se obstinan.

Esta visión de Pedro de Valencia era similar a lo que predicaba Hernando de Talavera en el tiempo de los Reyes Católicos en Granada y parecía en nada a las recomendaciones del fanático fraile Jaime Bleda y el inhumano Obispo de Segorbe, Martín de Salvatierra. Bleda quiso exterminarlos o expulsarlos por su alta tradición al rey, mientras el Obispo de Segorbe quiso acabar la raza, recomendando mutilarlos o castrarlos “capando los másculos grandes y pequeños y las mujeres”. Pedro de Valencia quiso integrar a los moriscos e incluso recomendó que los moriscos se casaran con los cristianos viejos: «los matrimonios libres han de ser y no se les puede prohibir, y antes ha muchos años que se desea que los moriscos se mezclen así».

También Miguel de Cervantes [6] en el “Coloquio de los Perros”, Damian de Fonseca [7] en su “Justa expulsión de los moriscos de España” y Pedro Aznar Cardona [8] en su “Expulsión justificada de los moriscos españoles y suma de las excelencias de nuestro rey don Felipe el Católico Tercero deste nombre”, escrito en 1612, subrayaron con evidente unanimidad la fecundidad morisca. Tampoco el fanático fraile Jaime Bleda se quedó detrás e insistió en que los moriscos no eran afectados por el celibato eclesiástico, todos se casan y tampoco emigran a Indias ni se alistaban en el ejército [9].

La idea no era nueva, ya en 1573 advertía el sacerdote morisco Francisco de Torrijos a Felipe II, en su memorial, de la mayor fertilidad de los moriscos [10], “gente vividora”, que se duplicaría en menos de una generación y que era partidario de acabar con los moriscos.  Sin embargo, el rey, prudente, descartó la expulsión. La fama de prolíficos de los moriscos constaba también en las visitas pastorales de ciertos obispos, entre ellos el obispo de Orihuela, Don José Esteve Juan [11]. Incluso Braudel [12] confirmaba que los moriscos, en general, eran prolíficos. En el matrimonio, según la tradición musulmana, la preservación de la virginidad prematrimonial de la muchacha era una costumbre y también era normal que ellas se casaran jóvenes, pero los matrimonios muy prematuros tropezaban con la Inquisición.

En los capítulos sobre Ricote se nota la superioridad cristiana y una actitud de discriminación étnica [13], algo que Cervantes refleja de manera brillante en su relato. Defiende éste la medida de la expulsión y la forma de pensar cristiana en el siglo XVI, a la vez que supo ofrecer al lector  una visión de la españolidad del morisco y la nostalgia que éste sentía por la patria perdida. En este sentido observa Johnson [14], que “Ricote es tan español como Sancho, y su vuelta a España, a riesgo de  su vida, se debe, al menos en parte, a su amor a la patria en la que ya no puede vivir”.

El fanático fraile, Jaime Bleda, después de dejar claro que el padre Fonseca se sirvió de sus trabajos y que se vistió de plumas ajenas se refiere a los casamientos de unos moriscos al principio de la expulsión [15]:

Que dejaban las mujeres viejas, o feas, que tenían, y se casaban con otras más mozas y más hermosas, y algunos se casaban con primas hermanas, y aun con hermanas. Y muchos tomaron dos y tres mujeres según la licencia de Mahoma. Francisco Gerónimo Ramo, caballero Valenciano, natural de la villa de Morviedro, me refirió, que vio por sus ojos, que un moriscos llamado Pancheta, natural de Gilet, lugar vecino a la dicha villa, se casó con dos hermanas, hijas de Juan Valenci, natural del mismo lugar. Y en lo de Alicante se caso uno con su propia hija.

En una de las obras más antimorisca de la época, el Padre Aznar Cardona expresa su juicio con palabras crudas y violentas sobre las costumbres moriscas [16]:

Y multiplicabanse por extremo, porque ninguno dejaba de contraer matrimonio, y porque ninguno seguía el estado anexo a esterilidad de generación carnal, poniéndose fraile, ni monja, ni había continente alguno entre ellos hombre ni mujer, señal clara de su aborrecimiento con la vida honesta y casta. Todos se casaban, pobres y ricos, sanos y cojos, no reparando como los cristianos viejos, que si un padre de familia tiene cinco o seis hijos, con casar de ellos el primero, o la mayor de ellas se contentan, procurando que los otros sean clérigos, o monjas, o frailes, o soldados, o tomen estado de beatas y continencia.



Notas

[1] AZNAR CARDONA, Padre Pedro.  (1612). Expulsión justificada de los moriscos españoles, Huesca.
[2] VALENCIA, Pedro de   (1615). Tratado acerca de los moriscos, manuscrito 7845 (Biblioteca Nacional de Madrid). Pág. 22v. Citado por MARTÍNEZ, FRANÇOIS (2000). Tolerantes e intolerantes: intento de estructuración discursiva en torno a la expulsión de los moriscos (1609).  VII International Congress of Sociocriticism, in Chapala, Mexico. En: Sincronia, winter 2000.  Hay una edición moderna: VALENCIA, Pedro de (1997). Tratado acerca de los moriscos de España: (manuscrito del siglo XVII) / Pedro de Valencia; estudio preliminar de Joaquín Gil Sanjuán.  Pág. 112
[3]  Poder que otorga María de Molina, vecina de Blanca, a  Pedro de Vera, vecino de la misma, para que ante la justicia real y ante el Conde de Salazar, encargado de la expulsión de los moriscos, pueda hacer todos los actos jurídicos tendentes a averiguar el asesinato de Juan Tomás Coriola, su marido. 1617, diciembre, 17. Blanca. (A.H.P.M., Protocolo nº 9399, fols. 19-21v.)
[4]  VALENCIA, Pedro de  (1605-6). Tratado acerca de los moriscos. Biblioteca Nacional, mss 8888 (en mi poder), págs 3-160.  (Otros dicen mss. 7845).
VALENCIA, Pedro de (1997) Tratado acerca de los moriscos de España : (manuscrito del siglo XVII) / Pedro de Valencia; estudio preliminar de Joaquín Gil Sanjuán, Málaga.
[5] ALCALÁ, Ángel (2004). El humanista y cronista real Pedro de Valencia. En: Siglos Dorados. Homenaje a Augustín Redondo, Tomo I. Coordinación Pierre Civil. Editorial Castalia. Págs. 1-14. Cita en págs. 6-7
[6]  CERVANTES, Miguel de  (1912). El casamiento engañoso y el coloquio de los perros, edición de A.G. de Amezúa, Madrid.
[7]  FONSECA, Damian de  (1612). Justa expulsión de los moriscos de España. Roma.
[8]  AZNAR CARDONA, Pedro  (1612). Expulsión justificada de los moriscos españoles y suma de las excellencias de nuestro rey  don Felipe el Católico Tercero deste nombre, Huesca. Pedro Cabarte, 2 partes, págs. 36-37: 
[9]  BLEDA, Jaime  (1610). Defensio fidei in causa nephytoroum sive Morischorum Regni Valentiae....., Valencia.
[10] Archivo General de Simancas, Cámara de Castilla, leg. 2178, s.f.  Carta del licenciado Torrijos al rey  sobre los testimonios contra él levantados por el Consejo de Población de Granada. Memorial al rey avisando del peligro y de los medios para  extinguirlos. 1573, agosto, 29. Madrid. Más sobre el ambiguo papel de este sacerdote morisco en: Chronica Nova, 23, 1996, 465-492.
CASTILLO FERNÁNDEZ, Javier. El sacerdote morisco Francisco de Torrijos: Un testigo de excepción en la rebellión de las alpujarras.
[11] EPALZA, Mikel de  (1994). Los moriscos antes y después de la expulsión. Madrid. Pág. 63.  Ver M. Martínez Valls, <<Semblanza del obispo de Orihuela Don José Esteve Juan (1551-1603) y sus relaciones ad limina>>, Anthologica annua, Roma, Págs. 26-27, 1979-1980, págs. 555-612.
[12] BRAUDEL, F. (1976). El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, México, F.C.E., 2ª edición española.
[13] CORBALAN, Ana (2005). Entre la aversión y el deseo: Aproximación a la mirada del otro en las páginas de Don Quijote. En: Letras Hispanas. Revista de Literatura y Cultura, Volume 2, Issue 2, págs. 75-85. Cita en pág. 75
[14] JOHNSON, Carroll (1988). Ortodoxia y anticapitalismo en el siglo XVII: el caso del morisco Ricote. En: Hispanic Studies in Honor of Joseph H. Silverman, ed. J.V. Ricapito, Juan de la Cuesta, Newark, págs. 285-296. Cita en pág. 287
[15] BLEDA, Jaime  (1618). Corónica de la historia de España, pág.  950
[16] AZNAR CARDONA, Pedro (1612). Expulsión justificada de los moriscos españoles y suma de las excellencias de nuestro rey don Felipe el Católico Tercero deste nombre, Huesca. II, f.37.



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domingo, 9 de agosto de 2015

Tramites urgentes, bodas y donaciones en el puerto de Cartagena

Los moriscos del valle de Ricote, y por lo tanto los de Blanca, entraron en Cartagena el 17 y 18 de diciembre, según informaba el Conde de Salazar al Rey el día 20 y manifestaba que acababan de embarcar a los del Valle. Habían quitado las armas a los moriscos del Valle antes de salir de su pueblo y cuando los moriscos estaban a punto de embarcar en Cartagena, el conde se quedó con las armas de fuego y devolvió las espadas a los que las pidieron para su seguridad. Se quejaba el conde de que en los lugares donde todavía el bando de expulsión no se había notificado se iba mucha gente y se divorciaban otros; los hombres se metían a frailes y las mujeres a monjas, y daban sus haciendas a los conventos. Otros se podían quedar por sus propinas a los conventos. Como los frailes habían persuadido a aquellos de tomar este camino —y uno no puede creer lo que han hecho los frailes en defensa de los moriscos—  Salazar sugiere al rey remediar este abuso de los frailes. Tampoco hablaba muy bien Salazar de la ciudad de Murcia, la cual, según él, procedía con mucha blandura a la ejecución de los bandos y sugiere al Rey mandarle a enviar una carta muy apretada para el corregidor de Murcia [1]. Esta afirmación del conde implica que la ciudad de Murcia no estaba muy contenta con el bando de expulsión y que su colaboración era más bien papel mojado. En realidad muchas autoridades murcianas cerraron los ojos o miraban a otro lado.

Embarque de moriscos, pintado en 1616 por Pere Oromig
Más de un morisco del Valle de Ricote intentaba demorar la venta de sus bienes, con el fin de quedarse más tiempo en su querida tierra, pero el conde era implacable y forzaba con gran rigor a los moriscos a salir del Valle en el tiempo previsto. Todo estaba muy bien planificado por él y para no perjudicarlos a ellos hubo una Real Cédula, del 12 de diciembre, que daba permiso a los moriscos de vender las propiedades, a través de sus apoderados, fuera del plazo de 10 días marcados [2].

Seguramente tuvo el conde de Salazar informes de que no todos los moriscos se habían presentado voluntariamente al destierro y había más de uno que faltaba. Por eso hizo publicar otro bando el día 18 de diciembre, para convencer aún a los que faltaban por registrarse. Decía el bando que todos los moriscos que no se habían presentado se podían aún presentar dentro de 10 días, a partir de la publicación del nuevo bando, sin incurrir en pena alguna [3].

Como hemos indicado anteriormente, los moriscos de Blanca estaban en el puerto de Cartagena el 17 ó 18 de diciembre y seguramente algunos de ellos todavía intentaban efectuar escrituras. Desgraciadamente Blanca no dispone de escrituras de venta y solamente hemos visto dos escrituras de donaciones a unas hijas, las que trataremos más adelante. La salida de tan gran cantidad de moriscos dejaba prácticamente a los pueblos sin vecinos y fue así que el día 22 de diciembre de 1613, fray Antonio Soriano, religioso del hábito de San Juan, de la parroquia de Archena, pidió ayuda económica al Príncipe Filiberto, en Cartagena, porque sin vecinos dicho cura no tenía con que sustentarse. Sugiere el cura que se le den las casas y haciendas que los moriscos han dejado hasta que el lugar se vuelve a poblar otra vez [4].

Lisón nos hace saber que en Cartagena se encontraban las galeras reales al mando de S.A. el Serenísimo Príncipe Filiberto de Saboya, Gran Prior de Castilla y León y Generalísimo de la Mar, al menos desde el día 18 de diciembre, dando poderes a don Bernardino González de Avellaneda, Conde de Castrillo y su camarero, para cobrar 12.000 ducados [5]. Un ejemplo de cómo podía haber sido la relación de dichas galeras lo damos a continuación [6]:

Relación de la tripulación de las 6 galeras reales.

Galera:                    Oficiales    Ayudantes    Marineros    Proeles         En todo
Santa Elena                 16                15                   21              7                 59
Bassana                       17                16                   19              7                 59
Santo Angel                15                  8                   19            10                 52
Fortuna                       15                  7                    23              6                51
San Raymundo           16                13                    24              9                62
Santa Catalina            17                  9                    20              8                54
Total                           96                68                  126            47              337

Pero también encontramos en Cartagena otros navíos para el transporte de los moriscos. Curioso es el hecho de que el capitán Federico Fron, capitán de “El Sol”,  protestaba de haber tenido a bordo, durante varios días, a los moriscos, con sus correspondientes provisiones y que más tarde habían bajado a dichos moriscos.


Gente de remo en las galeras

Gente de Remo en las Galeras:    Forzadas          Esclavos  
Santa Elena                                      159                      39  
Bassana                                            165                      39  
Santo Angel                                     175                      32  
Fortuna                                            155                      33  
San Raymundo                                161                      38  
Santa Catalina                                 159                      39  
Total                                                939                    224  



Gente de remo en las galeras

Gente de Remo en las Galeras:    Bonarbollas    En todo                       
Santa Elena                                         53                     291
Bassana                                               50                     254
Santo Angel                                        38                     245
Fortuna                                               56                     248
San Raymundo                                   53                     257
Santa Catalina                                    59                     252
Total                                                 309                   1502

Reclamaba el capitán, por tanto, a través de un apoderado, daños y perjuicios [7]. Era un síntoma de que los embarques no salieron tan bien como los tenían previstos y que los moriscos buscaban cualquier pretexto para escaparse judicialmente al destierro. Debería ser así, porque seguimos encontrando al menos 8 matrimonios entre cristianos y moriscos, en Blanca, entre el 25 de diciembre de 1613 y 15 de febrero de 1614. No tenemos muchas referencias de ellos.

Otros navíos en Cartagena para la expulsión de los moriscos [8].
Otros navíos                                     Moriscos de:                     Destino


Ravene  

Nuestra Señora de Rosario
  
Señor  Sant Esteban
(capitán Juan Francisco Dondo)        Abarán-Ricote                   Nápoles

Unicornio  

El Sol  
(capitán Frederick Froncker)


Este Conde de Salazar no perdía el tiempo con la expulsión de los moriscos, pero vemos también que era un hombre con misericordia y que se mostraba a favor de la permanencia de los moriscos, en el caso de que ellos pudieran demostrar su limpieza. Diane Williams [9] lo confirma en similares términos:

Ricote’s admonition that the Count of Salazar cannot be bought with favors would seem to give credence to those who today claim that Salazar was unyielding in the face of Morisco supplicantes (Márquez Villanueva [10], “El morisco Ricote” 334; Güntert [11] 90). Recent historical studies and the documents at Simancas show otherwise. Salazar indeed respected the approved ynformaciones of hundreds and perhaps thousands of Morisco supplicantes; we know that many more Moriscos remained in Spain than had been estimated previously (Lapeyre [12] 259; Pezzi [13] 28; Vicent [14] 229-30).

Durante muchísimos años el tema de la tragedia de la expulsión estaba en boca de todos y en el testamento de Ginés de Castillo [15], del año 1676, observamos eso. Ginés de Castillo se casó en el tiempo de la expulsión con María de Balboa, hija de Catalina Aroca. Lo malo de esta situación era que Catalina de Aroca no pudo liberarse de la expulsión en Blanca y tuvo que vender sus bienes deprisa. En el último momento, en el puerto de Cartagena y probablemente con ayuda de ciertas personas influyentes, pudo justo a tiempo demostrar su limpieza, lo que le salvó a ella y a su hija de la expulsión. A continuación ella y su hija retornaron a Blanca y acto seguido, el 15 de febrero de 1614, se casó María de Balboa con Ginés de Castilla [16] y no hallaron ya en su casa, vendida anteriormente, trastos ni cama en que dormir.

.............Declaro que yo me casé en primeras nuncias con María Balboa, y que con el rigor de la espulsión, fueron lleuadas a Cartagena ella y su madre, Catalina de Aroca. Y que abiendo probado su linpieza ante el Conde de Salaçar, les dio por libres de la espulsión a ellas y a todo su linaxe. Y abiendo benido a su casa no allaron un trasto ni cama en qué dormir. Tanto que quando me desposé con ella trugeron vn colchón prestado para que yo durmiese de casa de Mari Dato [17], madre de Diego Garçía.

Otra morisca blanqueña que tuvo suerte fue Ana Pérez Serrano, que en el último momento [18], gracias a la  intervención de su madre Catalina Serrano, pudo casarse  en el puerto de Cartagena con Juan Antonio, un cristiano de Valencia. Diecinueve años después pidió la devolución de sus bienes [19].

En el puerto de Cartagena se casaron varias moriscas blanqueñas, pero solamente hemos hallado dos escrituras de donaciones por parte de los padres que tuvieron que salir. Se trata de María Candel Rodríguez, que se casó el 19 de diciembre con Bernabé Sánchez Martínez, hijo de Pedro Sánchez Toribia y vecino de Tobarra; y el mismo día también se casó la blanqueña María de Vega Rodríguez con Juan Yañez Bellote, hijo de Francisco Hernández Bellote y de Juana Cutillas, vecinos de la villa de Tovarra. A continuación mostramos dichas donaciones.

19.12.1613
Escritura de donacion, antes de la expulsión por parte de Diego Candel y Catalina Rodriguez [20].
Sepan quantos la presente escritura vieren como nos Diego Candel y Catalina Rodriguez su muger vezinos y naturales que somos de la villa de Blanca en el Valle de Ricote estanse al presente en esta ciudad de Cartagena y para enbarcarnos y salir destos Reinos en cumplimiento del Real mandato de su Magestad que mando que seamos expelidos dellos con los demas del dicho valle e yo la dicha Catalina Rodriguez con licencia que pdo a el dicho mi marido para que juntamente con el hago yo inpuesta escritura la qual yo el dicho Diego Candel concedo a la dicha mi muger para el hefecto que por ella me es pedido y della ussandonos los dichos marido y muger por lo que a cada uno de nos toca y de mancomun y a boz de uno y cada uno de nos de por si y por el todo rremn.do como para esto rremmos las leyes de la mancomunidad y la direccion y de cursinon de bienes como en ellas y en cada una que en ellas se contiene otorgamos y conoscemos e dezimos y por quanto de virtud de la permision que el Rey nuestro señor a concedido a las mugeres de nuestra nacion se casaren con cristianos viejos = avemos tratado y convertado que Maria Candel, nuestra hija, se case a onra de Dios nuestro Señor y de su bendita madre y en haz de la Santa madre Iglesia católica Apostólica y Romana con Bernave Sanchez Torubia, hijo de Pedro Sanchez Toribia su padre vezio de la villa de Tovarra con tal condizion que para ello le avemos de hazer gracia y donacion a la dicha Maria Candel, nuestra hija, de todos los bienes raizes que tenemos en la dicha villa de Blanca y sembrado de trigo y cevada que estan pendientes y para que tenga cumplido hefecto matrimonio y el dicho Bernave Sanchez se case con la dicha nuestra hixa = Por el tenor de la pressente dezimos que hazemos gracia y donacion para perfetta acarriada ynrebocable  de los que el derecho llama entre libros el dicho Bernave Sanchez Torubia y a la dicha nuestra hija para que se casen como esta dicho de todos nuestros bienes raizes y sembrados que tenemos en la dicha villa de Blanca y su terreno con todos los sembrados de trigo y cevada que estan pendientes en esta manera.
    Lo primero una casa de morada en la dicha villa que alinda con el azequia del agua della y la mitad de otra casa que alinda con la casa vieja que era de Martin Candel, padre de mi el dicho Diego Candel que esta alli junto y a las espaldas de la dicha cara esta una morera con un solar y a la puerta principal esta una parra ya asi mismo de un gueto que esta mas abaxo de la dicha cassa de limoneros y moreras y otros arboles que alinda con Joan de Molina y a la otra parte con Pedro de Pineda, cirujano y Pedro de Ayala y de un pedazo de moreral de moreras nuevas que seran diez y ocho a diez y nueve que esta camino del calvario que alinda con el guerto del beneficiario del dicho lugar y de otra pedazo de moreral que esta camino de Oxos y que tendra ocho tahullas de tierra poco mas o menos el qual al presente esta sembrado de cevada el qual dicho simientero se lo damos tambien y ansi mismo les damos en el paso que llaman de Bayna en quatro partes un guerto que por la parte de abaxo y de arriba alinda con Diego Tomas y a otro lado con Juan Marin y el camino y otro pedazo de guerto que alinda con Joan de Arroniz por la parte de arriba y a la parte de abaxo con el rio y a los lados con Martin Candel e Ysabel Candel, ermanos de mi el dicho Diego Candel y de otro pedazo de tierra que la particion con los herederos de Molina que tiene unas higueras y al lado con hazienda de Juan Marin y de otro pedazo de guerto con un palacio a la parte de arriba que alinda por la parte de abaxo con Pedro Marin y al otro lado con Gines de la Torre y en el paso del campilo en ese año de una fanega de tierra que tiene unas siegas en medio el bancal y alinda con Martin de Molina por la parte de arriba y en el paso del Saque de otro pedazo de tierra de fanega y media que alinda con moreras de Martin de Molina y por la otra parte del camino que ba a la sierra y de una bancal largo y otras dos fanegas de iterra en el paso del Llonque que alindan con Hernando Rodriguez y ai un lentisco la cual esta en tres partes y de otros dos pedazos de tierra que estan en el paso de los Pinares junto al pino de Vicente que es uno de lo que esta mas abaxo del pino alinda con Gines de Molina Cachopo y esta entre tres partes y e otro esta a la perte de arriba y esta al presente en un sembrado de cevada y de otro pedazo de tierra en el propio paso que esta sembrado de trigo y en dos fanegas que alindan con Juan Bazquez y tiene un lentisco en el margen y de un pedazo de moreral que es una cañada que sera de fanega y media de tierra que esta mas abaxo que se llama el paso de caprel que tiene quinze moreras y esta sembrada de cevada que por la parte de abaxo alinda con Gines de Molina Cachopo y de otro pedazo de tierra de cinco fanegas de tierra alli cerca de otras varias fanegas de sembradura que alinda con una casa pequeña que tiene Diego Tomas y a la parte de abaxo con moreras de Francisco Rodriguez en el paso de las Partosa en seis pedazos de tierra que tendra diez fanegas de sembradura en el paso de Camonal con tres fanegas de tierra de sembradura de todos los quales dichos bienes y sembrados les hazemos la dicha donacion para que como dicho el se case y dexen luego a la ora ... como de cosa suya propia y hagan dello a su boluntad como sin ... fuesemos muertos y pasados desta presente vida pues por el dicho mandato real de su Magestad salimos destos sus reinos y señorios a quien suplimos virilmente y a todas las demas personas que en su real nombre puedan y devan hazer sea servido de ratificarles esta y donacion pues nosotros lo hazemos con celo de servicio de Dios, nuestro señor, y de su Magestad para que la dicha nuestra hija se case con cristiano viejo y este en estos reinos y sea vasallo de su Magestad y no permita que el dicho casamiento se dexe de hazer por falta de no les dar los dichos bienes que nosotros demuestra desde luego nosotros desistimos quitamos y aportamos del ... corporal tenencia y posesion que a los dichos bienes  nos podia e devia pertenecer y todo ello  lo demas renunciamos y traspasamos en los dichos Bernave Sanchez Toruvia y la dicha Maria Candel y les damos poder cumplido en su causa y fecha propia para que puedan tomar y aprehender la sentencia y posesion de todos los dichos bienes y sembrados arriba dichos y e el ymperio que la tomamos nosotros y constituimos por sus inquilinos tenedores y poseedores por ellos y en su nombre y nos obligamos de no rebocar esta donacion por ninguna causa ni razon que sea y si la rebocaremos no valga tal rebocacion= y para que asi lo cumpliremos e pagaremos y obligamos nuestras peronas y bienes en forma y damos poder a la justicias de su Magestad para que ello nos apremien como si todo les fuese sentencia pagada en cosa juzgada sobre lo qual renuncio todas y qualesquier ley de fueros y derechos de nuestro favor y la genera y derechos della y juramos a Dios nuestro Señor y a una señal de cruz en forma de derecho que esta donación no la hazemos malicionamente ni contiene en si doble alguno sino tan solamente para que aya cumplido hefecto el dicho matrimonio y se sirva a Dios, nuestro señor, y a su Magestad con ello en testimonio de lo cual otorgamos esta carta de donacion ante el escrivano publico y testigos de susoescritos que fue  hecho y otorgado en la dicha ciudad de Cartagena en diez y nueve dias del mes de diziembre de mil y seiscientos y treze años siendo testigos Diego Velazquez y Leandro Rodriguez, vecinos desta ciudad de Cartagena, y Anton de Vega y Diego Salar, Juan de la Torre, vezinos y naturales del dicho lugar de Blanca que los tres juraron a Dios nuestro Señor y a una señal de cruz en forma de derecho conocer a los otorgantes y seres contenidos en esta escritura y el dicho Diego Candel lo firmo de su nombre y por la dicha Catalina Candel, su muger, un testigo.
Diego Candel, Diego de Velazquez
Ante mi: Francisco Ortega de Carrion, escribano publico.


19.12.1613
Escritura de donacion, antes de la expulsión por parte de Maria Rodriguez, viuda de Juan de Vega [21]

Sepan quantos la presente escritura vieren como yo Maria Rodriguez, biuda de Juan de Vega vezino y natural que soy de la villa de Blanca en el Valle de Ricote estando al presente en esta ziudad de Cartagena y para embarcarme y salir fuera de destos reios en cumplimiento del real mandato de su Magestad que mando sea expelida dellos con los demas del dicho valle y otorgo  e digo que por quanto en virtud de a permision que el Rey nuestro señor a concedido a las mugeres que de nuestra nacion se casaren con cristianos biejos yo e atado y concertada por Maria de Vega, mi hija, y el dicho mi marido se casare a servicio de Dios, nuestro Señor y de a gloriosa virgen Maria su bendita madre y estas de la Santa madre Iglesia católica apostólica y romana con Juan Yañez Vellote, hijo de Francisco Hernandez Bellote y de Juana Cutillas su madre vezinos de la villa de Tovarra con tal condición que para ellos le de hazen gracia y donacion a la dicha Maria de Vega mi hija de todos los bienes raizes y simientes que yo tengo en la dicha villa de Blanca y su territorio y para que tenga cumpllido hefecto el dicho matrimonio y el dicho Juan Yañez Vellote se case con a dicha mi hija por el tenor de presente escritura digo que hago gracia y donacion pura perfecta acabada y nueba cable de las que el derecho llama entebidor  a el dicho Juan Yañez Bellote y a la dicha Maria de Bega mi hija para que se case como esta dicho de todos nuestros bienes y simientes lo que en cualquier manera se hallaren ser mios en la dicha villa y su termino y particularmente de los siguientes: primeramente de unas casas de morada en ella cerca de una peña negra que alinda con Hernando de Vega y con con solar caido de Sebastian de Molina y de otra casa que esta juntera con un solar caido de dos tapias en alto que alinda con Alonso Marin y con un corral de Martin de Molina y de un guerto de limoneros, albercoqueros y otros arboles que alinda con Sebastian de Molina y con la biuda de Martin Tomas y con Alonso Bazquez y el camino que va la la villa de Havarn y ten de otro pedazo de tierra que esta en el dicho paso que alinda con Francisco Macho y el dicho camino y ten de otro pedazo de tierra con tres o cuatro arboles que son albercoqueros que esta en el paso del bando que alinda con Juan Bartolome el largo y con Maria Martinez, biuda de Juan Candel y ten de otro pedazo de tierra en el dicho paso en que asi mismo ay dos albercoqueros que alinda con Martin Tomas Montoro y Luis Dato y ten de una pedazo de mina, en el paso de Alguadexa y Coronas que es en secano que alinda con Hernando Bazol y con Martin Bazol por la parte de arriba en Darrax y de otro pedazo de tierra que tienen algunas cepas que tendra una tahulla que alinda con Francisco Marin y con Gines de Molina Turpin y de otro pedazo de moreral en la orilla de la añora en el paso del calvario que tendra catorze o diez y seis moreras que alinda con Alonso Alcaide y con la hazienda del beneficiado Melgares y de otro pedazo de moreral en el dicho paso con diez o doze moreras que alinda con el dicho lizenciado Melgares y con Francisco Marin el biejo y con Pedro Dato y de otro pedazo de tierras en el paso del Sorvene con un albercoquero y una higuera que alinda con Martin de Molina por la parte de abaxao y con el rio y con la biuda de Candel llamada Maria Martinez y con otro pedazo de Juan Pinar .. y el paso de ella ... dias ..de sembradura alinde con Matin Candel y con el carril y ten otro pedazo de tierra en los pinares de dos fanegas de sembradura, linde con Pedro de Molina y unos .. . y tiene otro pedazo de tierra de una fanega que alinda con la biuda Maria de Molina, las de la calzada estrecha y tiene de otra cañada de tierra en el rio que alinda con la biuda de Herando de Rosa de tres fanegas de sembradura y tambien alinda con los de Miguel de Molina y tiene de otras tres fanegas de tierra en la rambal del camino que va a la .... que es una rambla y tiene otra fanega de tierra en la orrilla del puerto que alinda con una cañada de Gines de Arroniz y el camino va por medio y tiene de otro pedazo de tierran en el llon que alinda con Alonso de Rosa que sera de dos fanegas de sembradura y una era de todos los quales dichos bienes arriba dichos les hagena y a donacion para que con dicho se casen y de obligo a la ora los ayan y hazen como de cosa suya propia y hagan de esta su boluntad como si yo fuese muerta y pasada de esta presente vida pues por el dicho mandato real de su magestad salgo de estos sus reinos y señorios a quien suplico a mill . y a todas las demas personas que en su real nombre lo puedan y devan hazer sea servido de ratificarlos en esta merced y donacion pues yo la hago con zelo del servicio de Dios nuestro Señor y de su Magestad y para que la dicha mi hija se case con cristiano biejo y este en estos reinos y sea vasallo de su Magestad y no permita que el dicho casamiento se dexe de hazer por falta de no le dar los dichos bienes que yo de mi parte desde luego me desisto puesto ya sean los de la real con princial tenencia posesion y derecho que a los susodichos bienes me podia y devia pertenecer a qualquier tenencia y todo ello lo remito y tambien pase en los dichos Juan Yañez Vellote y en la dicha Maria de la Vega, mi hija, y le doy poder cumplido en su causa y hefecto  pago a renta que por su autoridad yo como quisiera pueda ... y a puhen de a tenencia y posesion de todos los dichos bienes y entre ynterin que la toman yo me convertire yo por su inquilina tenedora y poseedora por ella y en ella y me obligo al no rebocar esta donacion por ninguna causa y por quanto es para hefectuar dicho casamiento y si la rebocare no balga la dicha reboacion y para que asi lo cumplire y pagare obligo mi persona bienes en forma y doy poder cumpido a todas y qualesquier justicia y fuero de su Magestad de qualesquier pate que sean a cuyo fuero y jurisdiccion me someto y sojuzgo en termino el nuestro propio vezindad a domizilio y a ley convenerit de jurisdiccion vuestra para que a el cumpimiento e pago de todo lo que dicha ... apremien y cumplan por todo rigor drecho y norma executiva como si fuese por sentencia pagada en cosa juzgada lo qual remitida ley y qualquier leyes fueros y derechos a mi favor y la ley general y derechos delloas y juro a Dios, nuestro Señor, y a una señal de cruz en forma de derecho que no la hago maliciosamente ni contiene en si cumplido alguno sino tiene solamente para que haga cumplido hefecto el dicho matrimonio y e valga a Dios, nuestro Señor, y a su Magestad con ello. En virtud de lo qual otorgo esta carta ante el escrivano publico y testigos infraescritos que fue hecho y otorgado en a dicha ziudad de Cartagena en diez y nueve dias del mes de diziembre de mil y seiscienntos y treze años sinedo testigos Juan Perez Garcia y Leandro Roxo, vezinos de Cartagena y Diego Salar y Anton Bazol y Juan Macho, vezinos y naturales de la dicha villa de Blanca que juraron a Dos, nuestro Señor y a una señal de cruz en forma de derecho como ser a la otorgante y ser la contenida en esta escritura y uno de ellos lo firmo por la otorgante.
    Diego Velazquez – de derechos todos reales y normas doy fe
Ante mi: Francisco Ortega de Carrion


Este fue el trato que recibieron los moriscos blanqueños y todos los moriscos del Valle de Ricote. Una triste situación donde quedaron quienes, habiendo nacido y bautizado en España y siendo, por tanto, españoles y católicos, descendientes de más de otras treinta anteriores generaciones, también nacidas en España, hicieron con su experiencia, laboriosidad y cultura que España fuera, en la época culminante de su dominación y desarrollo, el país más adelantado, rico, y poderoso de Europa. Quedan las joyas arquitectónicas maravillosamente afiligranadas, únicas en su clase en el mundo, como lo son la mutilada Mezquita de Córdoba, Alhambra de Granada, Alcázar de Sevilla, Aljafería de Zaragoza y otras, que, siendo la admiración de cuantos las visitan y envidia de los extranjeros, constituyen con razón el orgullo español de poseerlas.
































Notas

[1] Archivo General de Simancas. Estado, legajo 252
[2]  JANER, Florencio (1857). Condición social de los moriscos de España: causas de su expulsión y consecuencia que ésta produjo en el orden económico y político, Madrid. págs. 363-364. Se trata del día  18 de diciembre en Cieza, referente un Auto de derecho  acordado sobre la salida y venta de bienes de los moriscos.
[3]  JANER, Florencio (1857). Condición social de los moriscos de España: causas de su expulsión y consecuencia que ésta produjo en el orden económico y político, Madrid. págs. 364-366.  Se trata del Bando publicado por el conde de Salazar, de que se puso traslado autorizado en los archivos de las villas en donde habian existido moriscos el día 4.1.1614 en Cieza.
[4]  Archivo General de Simancas. Estado, legajo 252.  Carta del Pricipe Filiberto al Rey. Cartagena a 22.12.1613
[5] LISÓN HERNÁNDEZ, Luis  (1992). Mito y realidad en la expulsión de los mudéjares murcianos del valle de Ricote. En: Áreas,  vol. 14. Págs. 141-170. Cita en pág. 150.
[6]  Archivo General de Simancas. Estado, Legajo 251. Relacion de la gente de Cavo y Remo de las seis galeras de Napoles, documento del 10.12.1612
[7]  LISÓN HERNÁNDEZ, Luis (1992). Mito y realidad en la expulsión de los mudéjares murcianos del valle de Ricote. En: Áreas,  vol. 14.  Págs. 141-170. Cita en  págs. 150-151
[8]  LISÓN HERNÁNDEZ, Luis (1992). Mito y realidad en la expulsión de los mudéjares murcianos del valle de Ricote. En: Áreas,  vol. 14.  Págs. 141-170. Cita en  págs. 150-151
[9] WILLIAMS, Diane (1996). “De moriscos padres engendrada”: Ana Félix and Morisca Self-(re)presentation. En: Brave New Words: Studies in Golden Age Literature, Págs. 134 – 144. Cita en pág. 143
[10] MÁRQUEZ VILLANUEVA, Francisco (1975). El morisco Ricote o la Hispana razón del Estado. En: Personas y Temas del Quijote Taurus ediciones, págs. 229-335. Cita en pág. Pág. 334
[11] GÜNTER, Georges (1993). Cervantes: Novelar el mundo desintegrado. Barcelona: Puvill. Pág. 90
[12] LAPEYRE, Henri (1986). Geografía de la España morisca. Diputación Provincial de Valencia. pág. 266
[13] PEZZI, Elena (1991). Los moriscos que nos se fueron. Almeria: Cajal. Pág. 28
[14] VINCENT, Bernard (1987). Minorias y marginados en la España del siglo XVI. Granada: Diputación Provincial de Granada. Págs. 229-230
[15] 1676, octubre, 1. Ricote. Testamento hológrafo de Ginés del Castillo, vecino de Blanca. (A.H.P.M., Protocolo nº 9355, fols. 68-76v)
[16]  Libro de matrimonios de la Parroquia de Blanca.
[17]  Se trata de María Dato Abellán casado con Pedro García Dato, cuyo hijo era Diego García Dato.
[18]  Libro de matrimonios de la Parroquia de Blanca, el 5 de enero de 1614.
[19] Archivo Histórico Provincial de Murcia (AHPM). Legajo 9335, año 1633, folios 47v - 48v.
[20] Archivo Histórico Provincial de Murcia (AHPM). Legajo, 5362 de Cartagena, folios 282-286).
[21] Archivo Histórico Provincial de Murcia (AHPM). Legajo, 5362 de Cartagena, folios 282-286.
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BIOGRAFÍA

Para parte de mi biografía, haga click en los siguientes enlaces:



In: Cronistas Oficiales de la Región de Murcia


In: Ayuntamiento de Blanca (Murcia)


In: Real Asociación de Cronistas Oficiales

Sobre mí

Govert Westerveld, autor de más de 74 libros, ha sido investigador de mercados extranjeros para nuevos productos, innovador de nuevas aplicaciones de productos existentes y director de marketing y ventas para el mercado extranjero. Actualmente es Historiador, Investigador y Cronista Oficial de la villa de Blanca (Murcia), Académico de la Real Academia de Alfonso X el Sabio en Murcia. Miembro de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales. También Miembro de la Asociación Internacional de Hispanistas y miembro de la Asociación de Hispanistas del Benelux, así como Historiador Oficial de la Federación Mundial del Juego de Damas, y Miembro de la Comisión de Historia de la Federación Española de Ajedrez.

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Castillo de Blanca

Castillo de Blanca
Después de la experiencia de Barataria, Sancho Panza se ha vuelto verdadero protagonista: ello y las adversidades sufridas han moldeado su personalidad, así que aun más resulta personaje de vital importancia a la trama. Durante el viaje en busca de don Quijote, encuentra a un grupo de peregrinos alemanes, entre los cuales, disfrazado también de peregrino, anda un viejo amigo suyo, el tendero Ricote, que, como todos los españoles moriscos, ha sufrido el destierro impuesto por el rey Felipe III. El alma del exiliado se abre a la vista de una cara amiga. El regreso del morisco sorprende e inquieta a Sancho, preocupado por la misma incolumidad de su antiguo vecino y amigo.

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